martes, 19 de febrero de 2019

Estreno de la temporada en Cantillana


Inauguramos la temporada  en la Villa Taurina de Cantillana con un festival que resultó extraordinario y donde se cortaron 11 orejas y 2 rabos.

Cantillana es un bello municipio de la provincia de Sevilla situado al margen derecho del rio Guadalquivir y al margen izquierdo de su afluente el rio Viar.

Cuando uno se aproxima a la Villa de Cantillana y divisa el rio evoca inmediatamente la figura de Andrés López Muñoz  “El Barquero de Cantillana”, que mantuvo el apodo de su padre que se dedicaba a transportar personas y mercancías por el rio desde Cantillana a Sevilla en el siglo XIX.

A pocos les sonará por ese nombre, pero si por el de Curro Jiménez que por avatares de la vida tuvo que salir huyendo de Cantillana y refugiarse en la sierra convirtiéndose en el famoso bandolero que se enamoraría de la hija del alcalde de La Algaba, donde vivió refugiado. Cuando fue descubierto se instaló en una finca entre Burguillos y Alcalá del Rio.

Contando esta historia a mis jóvenes acompañantes entramos en el pueblo y nos dirigimos a las inmediaciones de la Plaza de Toros, donde habíamos quedado con Hortensia, la hermana de mi  buen amigo y gran aficionado Manuel García Palomo.  Hortensia tenía las entradas para el Festival organizado por la Hermandad Sacramental de Cantillana y muy amablemente nos las entregó y nos recomendó lo que teníamos que ver y donde comer. 

La primera visita, como no podía ser de otra forma fue a la Plaza de Toros. Una de las más antiguas de la provincia de Sevilla. Inaugurada el 22 de junio de 1905, día del Corpus en un mano a mano entre Reverte y Algabeño Chico.

Reverte era natural de Alcalá del Rio y cuentan que compró la finca en la que se refugió Curro  Jiménez.  Algabeño Chico huelga decir de donde era y parece que tuvo algún `parentesco con la novia de Curro Jiménez.

Este año se ha celebrado el 150 aniversario del nacimiento de Antonio Reverte y el Ayuntamiento de Alcalá del Rio realizó una curiosa exposición conmemorativa. Reverte fue Hermano Mayor de la Vera Cruz de su pueblo natal y a su vez gran devoto de la Virgen de la Soledad de Cantillana. Hasta hace unos 40 años a los pies de la Virgen había un ramo de flores artificiales depositado por Reverte como muestra de devoción a la patrona de Cantillana que desgraciadamente desapareció.

¿Fue casualidad o causalidad que el cartel inaugural de la plaza fuera este?

La plaza fue construida a instancias de D. Pablo Sáenz de Tejada Teruel y de su esposa  Doña Pastora López Santolalla  que fueron sus propietarios hasta que en el año 2001 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Cantillana.
 

 


La plaza de Cantillana ,solitaria, en la mañana del festejo
 

 


Placa conmemorativa
Bonita plaza que pudimos disfrutar en solitario durante la mañana mientras Leonardo Hernández preparaba los caballos que luego le permitirían hacer una faena pinturera y lucida que fue premiada con una oreja.

Mi hijo Mauricio y la joven promesa del toreo Álvaro Alvear
 

Vislumbrando ilusiones desde el Palco de la plaza
 



 
En esta plaza han toreado  grandes figuras del toreo y en ella fue el debut con picadores de Emilio Muñoz en 1977 con solo 14 años.

El exterior de la Plaza de Cantillana
 
A medida que se va acercando la hora del festejo las calles se animan y los tendidos comienzan a llenarse. El peculiar ambiente previo a cualquier corrida se hace muy singular en Cantillana.  Magnífico ambiente en las gradas donde se reconocen muchas caras  del mundo del toro y grandísimos aficionados.

Buenos aficionados de la Tertulia Taurina el Porvenir
 
Cantillana ha dado tres grandes toreros a la historia de la tauromaquia. Juan Solís Cantillana, Manuel  Espinosa (en los carteles Curro Cantillana) y Manuel Ruiz Manili, leyenda viva del toreo del siglo XX.
 

Con Manili nos encontramos en los tendidos de la plaza antes de comenzar la corrida. El saludo al Maestro hace evocar su trayectoria y que le cuente a mi hijo y a su amigo Álvaro, joven promesa del toreo, quien fue Manili y como comenzó en el mundo del toro.

El autor del blog con Manili
 
Manili cazaba conejos para venderlos en los bares  y así poder comprarse los primeros trastos de torear. En alguna ocasión Manili contó que había llegado a recoger más de 200kg de algodón en el campo en una sola  temporada.
No tuvo una trayectoria fácil y la afamada crítica taurina Marivi Romero llegó a afirmar que Manili no valía para el toreo.
Pero él, que tanto había trabajado para triunfar,  se encargó de desdecirla y a base de torear corridas duras fue haciéndose un nombre que quedará grabado en la historia de la tauromaquia.
Recibió la alternativa en 1976 de manos de Curro Romero , con Palomo Linares de testigo  y toros de Martin Berrocal.
Al poco tiempo Manili  sería testigo de la alternativa que Curro Romero dio a Antonio Alfonso Martin, Maestro que nos enriquece de manera periódica con sus anécdotas y comentarios en la tertulia taurina a la que tengo el placer de asistir.
A pesar que en 1982 le tocó un importante premio de lotería, a medias con su apoderado Victoriano Valencia, Manili siguió toreando.
Y en 1988 le llegó su consagración  al abrir la Puerta Grande en Madrid tras dos faenas  a sendos toros de Miura el 17 de mayo de aquel año. El añorado Vicente Zabala le puso del apelativo de El Tigre de Cantillana. Nadie desde entonces ha abierto la Puerta Grande de Madrid toreando toros de Miura.

Manili el 17 de mayo de 1988 abriendo la Puerta Grande de Madrid
 
Sólo cinco días más tarde de aquel triunfo, en el mismo escenario, caería mortalmente corneado El Campeño, banderillero que actuaba a las ordenes de Joselito.

Todavía impactados por tal hecho,  Manili con toros del Puerto de San Lorenzo volvió a abrir la Puerta Grande de Madrid el 5 de junio de 1988. Dos veces en menos de veinte días.
En un artículo del Correo de Andalucía podía leerse lo siguiente:

" Manili mandó cortar las dos cabezas de los Miuras y regresó a su pueblo, Cantillana, convertido en un auténtico héroe. Fuel el 7 de junio. Le esperaban todos los vecinos- el alcalde al frente- y hasta una banda de música. Toda la población, literalmente se echó a la calle para recibir a su vecino en ambiente de auténtica fiesta. La muchedumbre acompañó al torero, que concluyó su periplo, después de ser nombrado Hermano Mayor Honorario de la Soledad, rindiéndose -roto de emoción- en la sepultura de su madre.

Un mes después volvió a Madrid junto a Antoñete y Curro Romero para despachar una corrida de Torrestrella. Cortó una oreja. Tres se llevó de los toros de Miura, dos semanas después en San Fermín. "¡Que viene Manili!" ya era el grito de guerra de aquella campaña que le conduce, por fin, por el circuito de las ferias con aura de figura. La sonrisa silvestre del torero de Cantillana es el mascaron de proa de la temporada".

Pero el 25 de agosto de aquel año un toro de Albayda le sacó las tripas en Almería y frenó en seco su ascensión. Ayer dos buenos aficionados almerienses, Juan Manuel Pérez Alarcón y su padre ( a los que se ve en la foto de arriba) presenciaban el festival y casi con certeza rememoraron esa cornada.

Manili, reventado por el tremendo percance, volvió a Cantillana el 3 de septiembre, esta vez en ambulancia.

El pueblo volvió a echarse a las calles para recibirlo y cuentan que se llegó a entonar el canto religioso "Santo Dios". Este era un canto que los campesinos de Cantillana hacían en rogativa por las lluvias mientras realizaban sus labores y que se cantaba también en los cultos de las hermandades locales.

La letra era la siguiente:

Los pecadores pedimos/al señor continuamente/y por eso le decimos/ Santo Dios y Santo Fuerte./ Santo Dios/Santo Fuerte/Santo Inmortal/Líbranos Señor/de todo mal./ Con dolor de nuestros pechos/le pedimos al Señor/que seamos perdonados/ante el Tribunal de Dios/ Santo Dios/Santo Fuerte/Santo Inmortal/Líbranos Señor/ de todo mal.

Blas Infante, que fue Notario de Cantillana desde 1910 a 1923, quedó prendado de este Canto, hasta el punto de utilizar la música y melodía del mismo, para cambiándole la letra, convertirlo en el Himno de Andalucía.

Recordando esta circunstancia , comenzó a sonar la música que abría el paseíllo y la expectación llenó los tendidos.







Gran tradición musical existe en Cantillana y prueba de ello fue el excelente repertorio de pasodobles que tuvo que desplegar la banda para acompañar la labor a caballo de Leonardo Hernández (una oreja) y las faenas de El Fandi (dos orejas), Salvador Cortés (dos orejas), Cayetano (dos orejas), Pablo Aguado (dos orejas y rabo) y el novillero local Muñoz Ríos (dos orejas y rabo).

Destacó sobremanera la torería y el empaque de pablo Aguado y el buen poso que dejo Muñoz Ríos. En las retinas  nos llevamos también el bonito novillo jabonero lidiado en rejones, un espectacular tercio de banderillas de El Fandi, las estocadas de Salvador Cortés y Cayetano, los lances de capa de Pablo Aguado y su mano baja en la muleta con naturales eternos y las buenas maneras de Muñoz Ríos.

Con un excelente sabor de boca dejamos Cantillana, recordando la iniciativa de su Ayuntamiento que en 2017 declaraba a los espectáculos taurinos que se celebrasen en la localidad como parte integrante del Patrimonio Cultural Inmaterial de Cantillana (conforme a la Convención para la salvaguarda del patrimonio Inmaterial de la UNESCO) así como declarar a Cantillana como "Villa Taurina2 en defensa de este mismo patrimonio.

La vuelta a Sevilla estaba llena de agradables sensaciones. Haber estado cerca de una figura del toreo que ya forma parte de la tauromaquia, Manuel Ruiz Manili, y la impresión de haber visto torear a un joven torero, Pablo Aguado, que puede hacer mucha historia y que , a poco que le acompañen las circunstancias , dará mucho que hablar esta temporada que hemos inaugurado en Cantillana. 
 










 

 

Hoy se torea en el Cielo por chicuelinas

Decían de él que toreaba como los ángeles y que sus muñecas eran de cristal por la suavidad con la que mecía el capote. Cuentan que ha entra...