domingo, 29 de noviembre de 2020

La Sevilla de Gallito (I)

 La revista "TOROS" editada en  Nimes, decana internacional de la prensa taurina ha dedicado su número extra de noviembre al Centenario de Gallito. 

Portada de la revista pintada por Luis Francisco Esplá


La portada de la revista ha sido pintada por Luis Francisco Esplá que además en la tercera página escribe un emotivo brindis como introducción de la revista. 

El número está muy cuidado y cuenta con interesantes aportaciones de aficionados franceses y españoles. 

El autor del blog ha tenido el privilegio de poder participar en este número gracias al amable requerimiento de Joel Bartollotti, anterior director de la revista. 

Bartolotti, nacido en Arles, es notario de Bellegarde, población muy taurina , cercana a Arles y a Nimes. Además de notario es el decano de la prensa taurina francesa.  Ha escrito libros como "Gallito, matador de toros". "Toros, una dinastía de la Camarga" o "Toros en París" entre otros. En España ha publicado "Saltillo, aniversario y esperanza" y está a punto de publicar "Toros en Cuba". 

Pero por encima de todo ello es una gran persona y con una simpatía arrolladora. 

Tuve el privilegio de conocerlo en el ciclo de conferencias que " Los de José y Juan" celebraron en el mes de febrero en Madrid con motivo del Centenario de Joselito donde compartimos mesa en la celebrada bajo el título "Las huellas de Joselito" y en el posterior almuerzo con el que nos deleitaron los socios de tan prestigiosa asociación taurina

Javier Bollaín, Juan Salazar, el autor del blog y Joel Bartolloti en la sala Antonio Bienvenida de Las Ventas


Poco después me pidió esta humilde colaboración para hablar de los sitios relacionados con Gallito en Sevilla y con una extensión que no podía exceder de las 650 palabras. 

Quiero hacer público mi agradecimiento a Joel que me ha dado la ocasión de poder escribir en esta prestigiosa revista junto a el , a Francis Fabré, actual director de la revista, Jean Pierre Hedoin, presidente del Club Taurino de París , o junto a españoles como Andrés de Miguel , presidente de "Los de José y Juan", Antonio Fernández Casado , ex presidente del Club "Cocherito de Bilbao", los escritores taurinos Domingo Delgado de la Cámara, Juan Salazar y Alberto Fernández Torres,  descendiente del ganadero Vicente Martínez , ganadería que tantas veces toreo Gallito. 

Reproduzco a continuación el artículo que me concedieron el honor de publicar

Foto de la página de la revista donde se  inicia el artículo

LA SEVILLA DE GALLITO

Les invito a dar un paseo por la Sevilla de Joselito. Un paseo en el tiempo y en el espacio.

En la Edad de Oro del toreo, Sevilla vive años críticos. El 60% de su población era analfabeta.

Era la tercera ciudad del mundo con el mayor índice de mortalidad infantil tan solo por detrás de las ciudades indias de Madras y Bombay.

Falta  el agua potable y la red de alcantarillado se empieza a construir. Enfermedades como la tuberculosis y el reuma son comunes en la población.

La mayor parte de sus habitantes vive en corrales y suburbios donde las condiciones higiénicas no son las más adecuadas.

La Exposición Iberoamericana que finalmente se celebró en 1929 se venía suspendiendo por falta de recursos económicos desde 1911.

El panorama político tampoco ayudaba tras la pérdida de las colonias españolas en 1898. La inestabilidad política era importante y durante la vida de Joselito España tuvo hasta 13 presidentes de Gobierno.

En ese entorno nace en Gelves José Gómez Ortega.  Su casa natal, la iglesia donde fue bautizado y el monumento que se erigió cincuenta años después de su muerte merecen una visita.

Y de Gelves a la Alameda de Hércules en pleno corazón de Sevilla donde se trasladan tras la muerte de su padre y donde, tras vivir en otros lugares, adquieren la casa familiar al torero Cara Ancha.

En el oratorio privado de la casa,  su madre se refugiaba a rezar cuando toreaban sus hijos. El reclinatorio que utilizaba está actualmente en la capilla de la Maestranza.

Esa Alameda que los vecinos adornaron de luto a su muerte con lazos comprados por suscripción popular.

De la Alameda a la Macarena hay solo un breve paseo. El que hacía José para rezar ante la Virgen que vistió de luto por su muerte. Esa Virgen cuya medalla le salvo de una cornada en el pecho y a la que en agradecimiento regaló unas piedras de cristal verde enjaezadas en oro blanco y coronadas con brillantes de estilo "art decó" adquiridas en una joyería de la Plaza de la Vendome. 

Y de la Macarena a la Maestranza para tener el privilegio de ser el primero en cortar una oreja en su redondel.

También cortaría Joselito la primera oreja en la plaza que el mismo promovió para que toda la población pudiera ir a los toros. La Monumental de Sevilla .

El destino quiso que en sus dos últimas corridas en ambas plazas fuera espectadora de excepción la Reina Victoria Eugenia.

Tres fincas en Sevilla marcan la relación con Joselito.

En “Hato Blanco” coincide por primera vez con Juan Belmonte.

En el Cortijo del Cuarto entabla la relación con los Miura y es donde el ganadero exclama , tras ver la sapiencia taurina de un Joselito aún infante, que a ese niño lo había parido una vaca.

Y la finca de “Pino Montano”,  que hoy es un auténtico museo taurino, donde Joselito celebraba fiestas sociales y donde luego bajo el auspicio de Ignacio Sánchez Mejías nacería la generación del 27.

Y finalizaremos este paseo por Sevilla en el cementerio ante el magnífico mausoleo que esculpió Mariano Benlliure en bronce y mármol.

Dieciocho personas, como en el entierro de Cristo, portan el féretro del torero. Representan las edades del hombre igualadas ante la muerte y en ella están reflejadas todas las clases sociales.

Familiares, miembros de su cuadrilla, aristócratas, ganaderos , gitanos y niños aparecen en la escena.

La paz del cementerio nos recuerda que no siempre la gloria es efímera y que el rey de los toreros sigue viviendo cien años después. 


Resumir en 650 palabras la relación de Gallito con Sevilla es complicado y me gustaría en esta entrada ampliar la información de como fue la Sevilla de Gallito en el periodo comprendido entre su nacimiento en 1895 y su muerte en 1920. 

Para entender bien la figura de cualquier persona hay que situarse en el contexto histórico en el que nace y vive.

La Sevilla en la que nace Gallito viene condicionada por la situación que vive España y los acontecimientos que en aquella época suceden en el mundo a los que la ciudad no puede ser ajeno y que veremos como influyen en la vida diaria. 

Nace José en la regencia de María Cristina y vive luego bajo el reinado de Alfonso XIII. Siendo muy niño se produce el desastre del 98 y tienen lugar las guerras de África.

En España se vive ya un auge importante del nacionalismo catalán y comienza a fraguarse el fenómeno que Ortega y Gssset bautizó como la rebelión de las masas. 

España tiene hasta 13 presidentes del Gobierno con figuras tan señeras como Sagasta, Francisco Silvela, Raimundo Fernández de Villaverde, Antonio Maura, Montero Ríos, Moret, Canalejas, el Conde de Romanones o Eduardo Dato entre otros. Con muchos de ellos , por una circunstancia u otra tuvo contacto directo Gallito. 

En el mundo se viven dos acontecimientos que marcan la vida de muchas personas y países. La Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. 

Esta última trajo a España y en especial a Andalucía dos fenómenos que influyeron en la vida de toda la sociedad. El anarcosindicalismo y el denominado "Trienio Bolchevique". 

El Trienio Bolchevique provocó en Sevilla una grave conflictividad social , en una Sevilla de corrales de vecinos y costumbres ancestrales, de zapateros remendones, cosarios y suburbios infrahumanos. 

Como se recoge en el artículo Sevilla era la tercera ciudad del mundo con el mayor índice de mortalidad tan solo por detrás de Madras y Bombay. La falta de una red de alcantarillado y las nulas condiciones de higiene de las viviendas eran la causa primera de esta situación. 

Los efectos del "Desastre del 98" y los graves conflictos sociales, económicos y políticos de la época malograron gran parte de los proyectos ciudadanos. Entre ellos la Exposición Iberoamericana, que fue sucesivamente retrasada en varias ocasiones entre 1911 y 1929. 

Todo ello contrastaba con la vida de la burguesía de la época, los terratenientes y los aristócratas. 

Sin embargo el toreo en esas circunstancias vive su Edad de Oro. También tuvieron su época dorada el Ateneo de Sevilla y la Arquitectura del Regionalismo. 

La llegada del fútbol a nuestra ciudad en 1890 también es un fenómeno muy a tener en cuenta y el asentamiento de grandes compañías que cambian la vida de la ciudad. 

Hay un monumento que es absolutamente coetáneo a Joselito. La antigua "Pasadera" o Pasalera del Prado. 

En el lugar donde actualmente se encuentra la fuente de las Cuatro Estaciones, obra de Manuel Delgado Brackenbury instalada en 1929 se encontraba este monumento. 

Se trataba de una estructura metálica de más de 80 toneladas, inspirada en la arquitectura del hierro en Francia. Fue levantada por el ingeniero Dionisio Pérez Tobías y fue fundida  en los talleres de Pérez Hermanos. Se instaló en 1896 y fue derribada en 1921. 



Contaba con la particularidad de que se podía subir a ella por cuatro escaleras y se usaba como mirador. Ayudaba a los peatones a sortear el tráfico de tranvías y llegó a ser conocida por los sevillanos como"la pequeña Eiffel". 

Las cuatro escaleras convergían en un quiosco central que se adornaba con globos de luz blanca cuando se celebraba la Feria de Sevilla en los terrenos del Prado. Se llegaban a poner casi 800 globos de gas y en la cúpula se instalaba un arco voltaico. 

Aquella pasarela se convirtió en un símbolo de la ciudad y durante los 25 años de su existencia se convirtió en portada permanente de la Feria. La costumbre del alumbrado de la Feria procede de aquellos globos de gas con los que en su día se adornaba la Pasarela en los días de la Feria del Prado. 

Cuando la Pasarela se derribó, las autoridades por exigencia popular se vieron obligadas a construir todos los años una pequeña puerta de entrada al Prado durante los días de Feria, pero se hacía de manera improvisada y no reglada.  

Fue en 1949 cuando el Ayuntamiento fijó en sus ordenanzas la obligación de edificar "una gran entrada al recinto". 

Y ello fue provocado por el gran éxito que tuvo la portada de 1948 , conmemorativa del centenario de la Feria, de dimensiones monumentales y simulando un faro gigante que el pueblo bautizó como "Torre de los Toreros", ya que en su remate tenía fotos de toreros, cabezas de toros, carteles taurinos y capotes de paseo. Desde entonces se mantiene la tradición de la portada de la Feria que surgió de casualidad al existir una pasarela peatonal en el primer recinto ferial del Prado.

Detalle de la portada de 1948 

Detalle de la portada de 1948

Portada de la Feria de 1948
Surge la Pasarela como fruto de la revolución industrial, supone el fin de lo antiguo y el inicio del modernismo y se constituye mientras vive en portada permanente de la Feria de Abril.

El símil con Joselito es claro pues también supone una revolución del toreo, finalizando con el toreo antiguo  e iniciando el toreo moderno  y se constituye mientras vive en la base de todos los carteles de la Feria de Abril. 

Ya en julio de 1912, Miguel Sánchez-Dalp y Calonge, luego Conde de las Torres de Sánchez-Dalp, publicó un proyecto de Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla, en el que incluía su propuesta de traslado del campo de la Feria de Abril a la zona de Los Remedios por entonces sin urbanizar. El traslado no sería efectivo hasta 1973.

Ese año es cuando se decide rotular las calles de la Feria con nombres de toreros nacidos en Sevilla o su provincia , tomando las principales arterias los nombres de Juan Belmonte y Joselito el Gallo. En la actualidad el resto de nombres son por todos conocidos. Antonio Bienvenida (con el que se hace una excepción  pues nació en Caracas) , Costillares, Curro Romero, Espartero, Gitanillo de Triana, Ignacio Sánchez Mejías, Chicuelo, Manolo Vázquez, Pascual Márquez, Pepe Hillo, Pepe Luis Vázquez, Bombita y Rafael El Gallo, que tampoco nació en Sevilla sino en Madrid. 

Como curiosidad en el año 1973 la Feria tuvo seis portadas y en 1974 se reproduce la Pasarela como portada

Portada de la Feria en 1974, Tuvo la peculiaridad que ha sido la única portada efímera que ha sido transitable

Primera feria en Los Remedios en 1973 con seis portadas


Los cuatro grandes problemas de la ciudad, heredados del siglo XIX y mantenidos hasta la Dictadura de Primo de Rivera, fueron el abastecimiento de agua potable, un alcantarillado insuficiente y anticuado, el mal estado de la pavimentación  y sobre todo la falta de viviendas sociales, ya que dos tercios de la población vivía en corrales de vecinos y en condiciones infrahumanas. 

Los corrales tiene origen remoto. Unos fueron construidos expresamente para este tipo de residencias colectivas de familias con escasos recursos económicos. Otros, los más , eran edificios reconstruidos y adaptados a la vida vecinal procedentes de las amortizaciones eclesiásticas del siglo XIX o de casas solariegas, de familias venidas a menos o recibidas por herencia que fueron adaptadas para casas de vecinos. 

La tipología de los corrales era un patio común rodeado de habitaciones donde habitaban familias enteras en las que no había ni agua corriente ni retretes. Los retretes solían estar en el patio y ser de uso común para todos los vecinos, pero solo lo utilizaban los hombres y los hijos mayores. 

Las mujeres, las niñas y los niños pequeños solían hacer sus necesidades en escupideras o cubos que luego las madres vaciaban en los retretes comunitarios. 

La luz eléctrica no solía llegar a los corrales. Las cocinas eran de carbón y solían estar en el exterior y para el lavado de ropas se utilizaban grandes lebrillos de barro  que estaban en el patio y que se utilizaban por rotación. 

En uno de esos corrales, en concreto en la calle Pureza 38, vivió Juan Belmonte. En la foto de abajo la casa de Belmonte era la puerta que se ve a la izquierda de la foto. 

Corral donde vivió Juan Belmonte


Dentro de los corrales dos profesiones se distinguían entre todas. Los zapateros remendones y los cosarios.

El zapatero era un personaje muy popular. Solían estar vinculados al anarquismo humanista anterior a la CNT. Sabían leer y escribir y solían ser abstemios. Eran honrados y la base cultural de los corrales donde la inmensa mayoría era analfabeta. Leían y escribían las cartas, comentaban los contenidos de los periódicos en el patio  e incluso defendían a las mujeres de los maridos borrachos.



Zapatero remendón en un corral de Sevilla

Zapatero remendón en la calle de adoquines



Los otros personajes eran los cosarios que enlazaban la capital con los pueblos y otras localidades para realizar todo tipo de encargos y compras y que por sus viajes y contactos tenían un trato distinguido dentro de la sociedad de los corrales. Estaban censados y necesitaban una autorización para ejercer como tales. 

El mayor entretenimiento que en aquella época podían permitirse los vecinos de los corrales era ir a los "Almacenes El Águila" , en la esquina de la calle Sierpes y Jovellanos para subirse en el ascensor , el primero que tuvo un comercio sevillano. 

Almacenes El Äguila, donde el pueblo acudía a subirse al primer ascensor que hubo en Sevilla



La industria sevillana giraba en la época en torno a dos grandes sectores. El tabaco y la aceituna. 
Las mujeres que vivían  en los corrales solían trabajar como cigarreras o en las fábricas de aceitunas. Dos grandes compañías establecen en la Sevilla de la época. Las que van a dotar a la ciudad de agua y luz. 

En 1894 se funda la Compañía Sevillana de Electricidad. Hasta entonces los tranvías eran tirados por mulas. En 1895 comienzan a circular los primeros tranvías eléctricos de "The Seville Tramways Company Ltd". Montarse en el tranvía eléctrico era una demostración de modernidad. Si encima ibas a comprar a los "Almacenes El Águila" aquello era el no va más. 

Tranvía de mulas en Sevilla

Primer tranvía eléctrico de Sevilla 



 La segunda gran industria que se asienta en Sevilla es la "Seville Waterworks Company" conocida popularmente como la del "agua de los ingleses". 

Hasta entonces el agua llegaba a Sevilla desde el manantial de Santa Lucía de Alcalá de Guadaíra a través de los caños de Carmona, que en realidad procedían de Alcalá pero eran así llamados por estar ubicados en la Puerta de Carmona.

Desde Alcala también llegaban a Sevilla los panaderos que surtían de pan a toda la ciudad. Venían en el llamado "tren de los panaderos" y con sus burros y alforjas y repartían el pan por la ciudad. 


El tren de los panaderos



Los ingleses se desplazan a Sevilla para dotar a la ciudad de la infraestructura suficiente para realizar una red de abastecimiento de agua. 

Las obras comenzaron en 1883, pero el traspaso a los ingleses no se hizo hasta casi 1900. La empresa , constituida en Londres, tenía como director en Sevilla a Edward Johnston, quien en 1890 constituye el primer equipo del Sevilla Fútbol Club con trabajadores de las industrias británicas asentadas en Sevilla y podría considerarse el primer presidente del equipo. 

Una de las primeras alineaciones del el Sevilla Fútbol Club 



Titulo de acción de la Sevilla Water Works Company





Las tuberías venían en barco desde Middlesbrough donde había una potente industria de tubos y tuberías de acero . Las casualidades de la vida hicieron que el primer título europeo del Sevilla se consiguiera en 2006 derrotando en la final al equipo del Middlesbrough. Alguno de los componentes del primer equipo del Sevilla procedian de aquella ciudad. 

Se aprecian los barcos llegados de Inglaterra y las tuberías en el suelo recien desembarcadas

Las obras fueron oficialmente inauguradas por Isabel II. 

La primera paletada fue realizada por la reina  con un palaustre de plata que se conserva en la sala del Consejo de Administración de EMASESA, empresa municipal de aguas de Sevilla. 

Palaustre de plata utilizado por Isabel II en las obras de canalización del agua de Sevilla

Las tuberías se comenzaron a instalar en las calles Génova y Gran Capitán, hoy Avenida de la Constitución.  

Tras las obras, la calidad del agua de Sevilla mejoró tanto que los hermanos Tomás  y  Roberto Osborne, naturales de El Puerto de Santa María y dedicados al mundo del vino , tras viajar por Alemania y los Países Bajos deciden crear una fábrica de cervezas en Andalucía, para diversificar la oferta de bebidas alcohólicas, dar salida a los excedentes de cebada , disminuir las altas tasas de paro y tener un agua de gran calidad tras las obras de los ingleses.

 Fundan  la Cruzcampo, que toma el nombre del templete conocido como la Cruz del Campo, que se ubicaba al lado de la fábrica y que era la cruz erigida para rezar la última estación del Via Crucis que el primer marques de Tarifa, D Fadrique Enriquez de Ribera instauro en la Cuaresma de 1521 tras un viaje a Tierra Santa. 

Los fundadroes de la Cruzcampo con las barricas de los diversos tipos de cerveza y trabajoadres de la época

Reparto de cerveza en la Sevilla de inicios de siglo



Daba inicio en la capilla de su palacio y finalizaba en el templete de la Cruz del Campo. Existen 997 metros entre un sitio y otros que son los mismos que separaban el Pretorio de Pilatos del Monte Calvario. De ahí que el palacio de D, Fadrique, luego de la casa de Medinaceli, sea conocido como la Casa de Pilatos. 

La Cruzcampo comenzó a tener gran aceptación en Sevilla y a ser distribuida en los cafés cantantes.

El café cantante se consolidó en España como un sitio al que acudir a ver un buen espectáculo, sobre todo de flamenco. La aparición de estos locales permitió a muchos cantaores, bailaores y guitarristas poder vivir de su arte, algo que hasta entonces era muy complicado. 

Los cafés cantantes permitieron profesionalizar el flamenco, introducir el baile como una parte más del espectáculo, ya que hasta entonces la figura principal era el cantaor, y expandir el flamenco que hasta entonces estaba reservado a la intimidad de celebraciones familiares.  

Los cafés fundados por Silverio Francontetti, figura clave del flamenco andaluz y picador de toros también,  y el Café Novedades , es Santa María de Gracia esquina Martín Villa fueron los más significativos. 

Silverio Franconnetti


Cafe cantante de Sevilla

Café Novedades. Calle de la Plata. Hoy esquina de Santa María de  Gracia con Martín Villa

Además de los cafés cantantes, las ventas del sur de la ciudad , Eritaña, Guadaíra y primera de Antequera fueron lugar de reuniones nocturnas y festeras. 




Casi coetáneo de Gallito fue el Doctor Leal Castaño, a quien esta dedicado este blog, que nació en Espartinas un 15 de julio de 1899. 

Ya en sus años jóvenes llegó a vestirse de luces y torear alguna vez, pero tan valiente como demostró ser ante la vida, le faltó el valor para enfrentarse al bravo animal.

Antonio Leal Castaño con el traje de torear


Fueron sus palabras las que mejor expresaron sus sentimientos. "Ya que no tuve valor para ser torero, he querido dedicar mi ciencia a remediar en lo posible , las consecuencias sangrientas que aquel valor lleva consigo". 

Seguiremos hablando de la Sevilla de Gallito y como la vivió el Dr. Leal Castaño en próximas entregas. . 


domingo, 1 de noviembre de 2020

El mausoleo de Joselito. La muerte no es el final.

"Hay mucha vida en los hitos funerarios. Los muertos dan mucha vida. Noviembre nos recuerda la llegada de la "hermana muerte" como la denominaba San Francisco de Asís". Son palabras del Arzobispo de Sevilla Monseñor Asenjo en una reciente celebración necrológica. 

Todos los años por estas fechas el cementerio de Sevilla vive un rito que este año no podrá realizarse por la pandemia. El día de los Fieles Difuntos el Arzobispo de Sevilla celebra la Santa Misa delante del Cristo de las Mieles. 

Antes de comenzar la ceremonia se suele iniciar una solemne procesión que parte desde la entrada del cementerio y termina en la rotonda del Cristo de las Mieles. 

Cuando se realiza ese paseo en el silencio del cementerio vuelven a sonar en la mente las palabras de Monseñor Asenjo. " La muerte es el final o el principio, depende de como la miremos. Los santos son los muertos más vivos. Hoy día se contrapone el humanismo materialista, inmanentista de la nada absoluta al principio cristiano de la muerte como la vida verdadera, de la fe como consuelo, fortaleza y esperanza". 

Del Mausoleo de Joselito al Cristo de las Mieles es el recorrido que suelen hacer los fieles que asisten a esa ceremonia cada año de mano de "la hermana muerte" tan presente en el camposanto. 

Dos  esculturas que dotan de vida al cementerio de Sevilla. Los muertos dan mucha vida. 

El cementerio de San Fernando en Sevilla fue construido durante 1852 y se inauguró con su primer enterramiento el 3 de enero de 1853.

Hasta el siglo XIX lo habitual era que las clases medias y altas recibieran sepultura en el interior de las iglesias, normalmente bajo lápidas en el suelo. 

En las Constituciones del Arzobispado de 1609 se decidió que solo se podrían hacer monumentos funerarios dentro de los templos en los casos en que fuera  una capilla costeada por el difunto. 

Las clases bajas enterraban a sus familiares en los camposantos de parroquias y hospitales. 

En 1851 se le encarga al arquitecto municipal, Don Balbino Marrón, el diseño de un cementerio municipal. En el se dispuso crear pocos nichos (solo para forasteros y gente sin familia) y que la mayoría de la gente fuera enterrada en sepulturas en el suelo. Para las sepulturas de familia, Balbino Marrón dispuso la creación de mausoleos o panteones donde cupiesen 25 ó 30 personas. 

En el año 1895 el escultor Antonio Susillo realizo un crucificado en su estudio de la Alameda de Hércules. Se desconoce quien se lo encargó. Ese mismo año nace en Gelves Joselito el Gallo.

El 22 de diciembre de 1896 Susillo se suicidó. En 1897 el Ayuntamiento de Sevilla compra el crucificado para el cementerio de Sevilla y decide colocarlo en la rotonda de la avenida principal del cementerio. No sería hasta 1907 cuando este fue colocado sobre una recreación del Gólgota hecha de piedras apiladas.


El Cristo de las Mieles en el cementerio de Sevilla


Según cuentan las crónicas cuando el escultor esculpió el Cristo se esmeró de manera tremenda, pues en ese momento se encontraba fuertemente endeudado y esa obra significaba mucho para él. Cuando fue a montar la obra se dio cuenta que había cometido un error en las posturas de los pies, pues uno de ellos estaba clavado en la Cruz y el  otro apoyado en la tabla de apoyo para los pies que era utilizada por los romanos para hacer más dolorosas las crucifixiones. 

Al darse cuenta del fallo se sintió tan angustiado que se suicidó. 

Detalle de los pies del Cristo de las Mieles

Nuevo detalle de los pies

El escultor, tras fallecer su primera mujer por tuberculosis un año después del matrimonio, se casó en segundas nupcias 15 años después con María Luisa Huelin, una mujer despilfarradora que además lo menospreciaba y ridiculizaba como hombre incluso en público. Era cierto que se encontraba en la más absoluta ruina y ese Cristo para él era la salvación económica. 

En aquella época las personas que se suicidaban no podían ser enterradas en sagrado. Con el paso de los años la Iglesia consideró que estos fatales desenlaces eran fruto de una enfermedad mental y se autorizó que el cuerpo de Susillo fuera sepultado a los pies de su obra. Eso sucedió  en 1940. 

A los pocos días de su traslado sucedió algo sorprendente que fue calificado como un milagro. El Cristo lloraba. Se consideró un milagro y hasta el Vaticano desplazó una delegación para estudiar el asunto. 

La comisión vaticana no salía de su asombro al ver que lo que el Cristo desprendía era miel que manaba de la boca de la escultura. 

Pero también pronto concluyeron que no se trataba de ningún milagro, ya que Susillo había dejado hueco el interior del Cristo y en el mismo unas abejas habían construido su panal. El calor del verano sevillano hacía que el bronce se recalentará y que la miel se derritiera manando de la boca de la escultura a la que desde entonces se le denomina el Cristo de las Mieles. 



Joselito venía disfrutando durante toda su carrera de las mieles del triunfo. Pero la afición de Madrid le exigía más. El 15 de mayo de 1920 , un día antes de morir en Talavera, la afición de Madrid lo abronca fuertemente incluso antes de hacer el paseillo y la miel se convirtió en hiel. 

Ese mismo día Joselito recibe la visita del escultor Mariano Benlliure con el que mantenía una excelente relación y le dedica la foto que podemos ver abajo. 


Foto de Joselito dedicada a Mariano Benlliure

La relación de Benlliure con Gallito fue intensa. El escultor estuvo en la famosa cogida del diestro en San Sebastián. 

Tras la cogida Benlliure fue a visitarlo en su habitación. Joselito sacó de su pecho la medalla abollada de la Macarena que había frenado el pitón del toro a la altura del corazón y le dijo. "Don Mariano, esto me ha salvado la vida". La madre de Joselito, en agradecimiento,  encargó a Benlliure una réplica de la Macarena para el oratorio familiar  de la casa de la Alameda. 


Réplica de la Macarena de Benlliure en el oratorio familiar de la casa de Gallito


Benlliure asiste en Sevilla al entierro de Joselito y queda profundamente conmovido por lo que presencia y en especial su paso por delante de la Iglesia de San Gil donde moraba la Macarena. 

Años después lo contaría en ABC al explicar su magnífica obra. "Aquel instante ante la Virgen de la Esperanza me hizo comprender que el triunfo de la vida estaba unido al tributo rendido a la muerte; que lo llevaban a hombros a la salida de la plaza, en una de aquellas grandes tardes de triunfo y que lo conducían a su última morada con hondo sentimiento de admiración".


Entrevista a Benlliure en ABC hablando del mausoleo de Joselito

Aquel día José fue llevado a hombros hasta la tumba de su padre,  Fernando El Gallo. Pero el ancho del sarcófago no cabía en el sepulcro, por lo que sobre la marcha hubo de contratarse la sepultura del número 6 de la calle Virgen María. 

En abril de 1921 el Ayuntamiento de Sevilla concede a los hermanos de Joselito el terreno para la construcción de un panteón familiar y la colocación  de un monumento en su memoria.  

Sánchez Mejías, cuñado de Joselito , encarga el trabajo al escultor Mariano Benlliure, que lo concluyó en 1924. 

Hasta abril de 1926 no se coloca en el cementerio de Sevilla y previamente es expuesto en el estudio de Benlliure en la calle José Abascal de Madrid.   

La visita a la obra generó una expectación inusitada y no solo el pueblo se volcó en visitar la obra ya terminada. El propio  Rey Alfonso XIII  primero y luego D. Miguel Primo de Rivera , junto con el resto de generales del Directorio Militar visitaron el estudio de Benlliure. 


El Rey Alfonso XIII visitando el estudio de Benlliure en Madrid para ver el mausoleo de Joselito

Miguel Primo de Rivera junto a los generales de su Directorio Militar visitando el estudio de Benlliure

  

Cuando la exposición en el estudio de Benlliure terminó esté escribió una carta a Don Torcuato Luca de Tena, Director de ABC  que se publica el 7 de mayo de 1924 en estos términos

" Querido Torcuato: Veinte días he tenido mi estudio abierto al público, sin restricción alguna, para que todo el que quisiera pudiera ver el mausoleo de Joselito. Hoy, al terminar la exposición, me tomo la libertad de dirigirme a ti para rogarte que me permitas por conducto de ABC, dar las más rendidas gracias a cuantos me han honrado con su visita. Nada puede halagarme tanto como la curiosidad y el interés que el público madrileño ha demostrado por ver mi obra."

"También quisiera hacer constar algo que habla muy elocuentemente del alto grado de cultura del pueblo de Madrid: mi taller - como he dicho al principio- ha estado estos días tan a disposición del público como una calle o una plaza, y sin que se ejerciera vigilancia alguna; pues bien , no he tenido que lamentar ni la más leve indiscreción por parte de los visitantes, que han sido muchos y de todos los sectores sociales."

"Repito a todos mil gracias, y a ti, querido Torcuato, por la hospitalidad que me concedes en tu periódico"

"Te abraza tu buen amigo Mariano Benlliure" . 


Carta de agradecimiento de Mariano Benlliure a ABC


Posteriormente la obra fue trasladada a Sevilla y expuesta en el actual Museo Arqueológico entonces denominado Palacio de las Bellas Artes. Al pueblo de Sevilla se le cobraba una entrada y la recaudación fue destinada a obras de beneficencia. 


 Puede considerarse a Mariano Benlliure como el mejor escultor español realista de los siglos XIX y XX. 

Benlliure no articuló palabra hasta los siete años de edad. Fue prácticamente autodidacta. A los doce años hace su presentación en sociedad como escultor con la obra "Frascuelo entrando a matar" realizada en cera y expuesta en el Ateneo de Valencia. Da muestras desde pequeño de una gran afición taurina.

"Frascuelo entrando a matar"


Al poco se traslada a Madrid donde vivía su hermano y sin ser aún mayor de edad presenta una de sus obras a la Exposición Nacional que se celebra en el Palacio de la Fuente de la Castellana. En esa ocasión es con "La cogida del picador". 

La cogida del picador

Serían innumerables las esculturas taurinas realizadas por Benlliure en las que captaba con una precisión milimétrica la anatomía del toro y las expresiones de los toreros. Impresionado por una estocada de Machaquito que vio junto a Benito Pérez Galdós plasmó el momento en "La estocada de la tarde". 

La estocada de la tarde

Apasionante la vida y obra de Benlliure. Remito a la biografía escrita por Doña Violeta Montoliu Soler para ampliar más detalles. Benlliure muere en 1947 el mismo año que Manolete. 

Benlliure con una de sus esculturas taurinas que representan las mulillas en el arrastre

Benlliure de joven, ya reconocido como distinguido escultor


Finalmente en 1926 se coloca el Mausoleo de Gallito en el cementerio de Sevilla. El molde en yeso a partir del cual se fundió el bronce se conserva en el  Museo de Bellas Artes Pio V de Valencia. El busto de Joselito esta hecho en mármol de Carrara  y se hizo por una compleja técnica llamada "sacado de puntos". 

Molde en yeso en el Museo de Bellas Artes de Valencia

El molde en yeso fue cedido por Benlliure al Museo en 1940, precisamente el año en que se autoriza el traslado de Susillo a los pies del Cristo de las Mieles. 

El conjunto escultórico estremece no solo por su belleza y armonía sino por todo su significado. 

Dieciocho son las personas que aparecen en el cuadro escultórico sin contar a Joselito. El mismo número que según las Escrituras participaron en el entierro de Cristo. 

La figura de la Macarena presidiendo el cortejo no es un detalle anecdótico como manifiesta el investigador José de León. 

Ni siquiera obedece a la devoción del diestro sino a la experiencia que el propio Benlliure contaba que el mismo vivió. La Macarena y José muerto eran la metáfora más reveladora de que el homenaje en la muerte es la señal más inequívoca de la esperanza que guarda el pueblo en el triunfo final de la vida. Era trasladar la idea del triunfo del héroe a través de la inmortalidad. 

La imagen es portada por una joven que se ha identificado como "María la de las Cartas", la esposa del cantaor Curro el de la Jeroma. 

Detalle de María la de las cartas portando la Virgen Macarena

Detalle de la Macarena presidiendo la comitiva portada por María la de las Cartas


Joselito además de a la Macarena tuvo gran devoción por la Soledad de San Lorenzo, como hemos puesto de manifiesto en alguna otra entrada del blog.

Nada más entrar en el cementerio de Sevilla encontramos un azulejo de la Virgen de la Soledad que nos llama la atención.

 Fue bendecido el día de Todos los Santos de  1976 para conmemorar la visita que la Virgen hizo el 28 de enero de 1965 con motivo de las Misiones que organizó el Cardenal Bueno Monreal y en la que las imágenes de 55 hermandades se desplazaron a barrios periféricos de la ciudad para permanecer en los templos de aquellas barriadas durante 15 días. La Soledad fue al barrio de San Jerónimo y visitó el cementerio. 

Lo volvería a hacer el 2 de noviembre de 2003 para presidir al pie del Cristo de las Mieles la misa de Difuntos.

En ambos casos la imagen de la Soledad pasando por el Mausoleo de Joselito debió de ser imponente. 

La Soledad en 2003 ante el azulejo en la entrada del cementerio que conmemora su vista en las misiones de 1965

Misa conmemorativa del 150 aniversario del cementerio . La Soledad y el Cristo de las Mieles

Saludo de la Soledad a la Macarena en su camino de vuelta tras presidir la misa del 150 aniversario. 


Esperanza y Soledad. Dos verdades unidas en el cementerio.

Si volvemos al mausoleo vemos a María flanqueada por una señora mayor y una niña. Esta escena representa las edades del hombre y su vulnerabilidad con la muerte a cualquier edad. "Estad atentos pues no sabéis ni el día ni la hora". Infancia, juventud y madurez aparecen representadas. El hombro de María soporta la carga de la madurez. 

Las edades del hombre y su igualdad ante la muerte 

Aprovecha además Benlliure para reunir en el cortejo a todas las clases sociales del momento, para hacer ver que tampoco existe división social ante la muerte. Así representa a ganaderos o aristócratas, artistas, personajes del mundo cultural , gitanos y anónimos. 

Algunos han querido ver retratado a D. Eduardo Miura, reconocido por sus grandes patillas. Sin embargo en esa figura otros ven al Duque de Veragua que representaría en una sola figura a los ganaderos y a la aristocracia. 

Personalmente me inclino más por la versión del Duque de Veragua no solo porque D. Eduardo Miura "El Patillas" ya había fallecido cuando muere Joselito sino porque el parecido físico de la escultura se asemeja más al Duque y porque Benlliure manifestó que quiso reflejar a todas las clases sociales. 

En cualquier caso dejo las fotos para que el lector saque sus propias conclusiones. 

El Duque de Veragua
El Duque de Veragua o Eduardo Miura y detrás Ignacio Sánchez Mejias clamando al cielo

D. Eduardo Miura "El Patillas"


La figura de Ignacio Sánchez Mejías clamando al cielo detrás del ganadero es muy significativa. La desesperación ante la muerte del ser querido. Parecía ser profético Benlliure ya que años más tarde Sanchéz Mejías también moriría por una cogida en Manzanares y sería enterrado en ese mismo panteón familiar. 

El resto de personajes son algunos de los miembros de su cuadrilla que portaron el féretro en la realidad y personajes anónimos. Parece que el hombre que en la trasera sostiene el féretro es su padrino de bautizo Placido Zambrana (El Pimienta) picador de la cuadrilla de su padre. 


Trasera del mausoleo con la imagen del que parece que representa a su padrino

Los hombres visten con ropa campera y con sombreros de ala ancha que portan en sus manos en señal de duelo y respeto. El personaje del ganadero está revestido con zahones como elemento distintivo de su profesión. 

Destacan las mujeres vestidas con trajes de volantes y encajes, cubiertas con mantones y la mayoría con el pelo ondulado recogido en moños bajos , peinado típico de la época sobre todo en Andalucía.

Detalle del llanto de algunas de las mujeres

Especialmente significativa son las expresiones de los niños del conjunto.  

Expresión de dolor de uno de los niños del cortejo


Reservó Benlliure el mármol de Carrara para el retrato de Joselito. El retrato se tomó bien de una mascarilla funeraria que le hicieron a su muerte o bien de las fotografías de propia capilla ardiente. Joselito aparece en el ataúd abierto con la cabeza apoyada en una almohada y  el cuerpo cubierto por una sábana, tal y como estaba el día de su fallecimiento. El féretro su cubre a su vez por el capote de paseo en el que se ven los detalles del bordado. 

La imagen de Joselito en mármol de Carrara

Joselito de cuerpo presente llorado por Sánchez Mejías


El monumento fue fundido en bronce por la Fundición Mir y Ferrero y es colocado sobre un pedestal de piedra encima de la cripta. A la misma se accede por tres trampillas. En cada una de ellas puede leerse el nombre de Joselito, su hermano Rafael y su cuñado Ignacio Sánchez Mejias. Los tres están enterrados allí, juntos con otros miembros de la familia como la celebre cantaora y recitadora Gabriela Ortega sobrina de José y Rafael, que hizo celebre  el poema de Garcia Lorca "Uno, dos y tres". 

"Solo tres monteras, tras los burladeros.

Uno, dos y tres.

Luego tres capotes en el redondel.

Puntos cardinales de una geografía de sol y sangre.

Y el toro en el sur.

Una media luna sobre su testuz. "

Tres toreros bajo el Mausoleo. Rafael, José e Ignacio.

Merece la pena recoger el artículo que sobre el mausoleo firmó Luis de Castro en el periódico " La Época" el 26 de julio de 1922 cuando solo se había terminado el modelado en barro. 

" El gran escultor Mariano Benlliure tiene ya modelado en barro el mausoleo a Joselito. Es una obra escultórica de marcado carácter andaluz, en la que resplandece con admirable plasticidad, toda la fuerza creadora del ilustre artista levantino. 

Por esta vez- y ya va siendo hora de que alguien lo iniciara- Benlliure ha prescindido de simbolismos para ofrecernos un momento de la vida, uno de esos instantes en que , aún sin querer, nos hace fruncir el entrecejo el misterio de la muerte, guiándonos camino de la meditación. Así son los hombres andaluces de Benlliure, que llevan sobre sus hombros - al entrar en el cementerio- el féretro del infortunado Joselito. Amigos , admiradores incondicionales del diestro, en cuyos rostros ha sabido dejar impreso el artista un ramalazo de dolor, de ese dolor que por no tener lágrimas , es más amargo y es más sombrío." 

Las mujeres que figuran en el grupo, son tipos sevillanos, encarnaciones vivas del alma de Andalucía. Mocitas que ocultan el llanto, entre los ramos de flores que llevan a la tumba del torero. Mocitas de talle juncal, presas de una tristeza suave, suave como las líneas de sus cuerpos, como la ondulación de sus rizos, como el ritmo cadencioso de los andares pintureros...

¿Y la expresión de los chiquillos? ¿Quien no dice que aquel chavea, como de unos catorce años, que sigue a la fúnebre comitiva no presiente en aquella hora hondas tragedias en la torería, en la que él es ya un iniciado? Delante, rompiendo marcha, una mujer joven y bonita, y apenada, lleva en sus manos una imagen de la Esperanza, la Virgen a la que , como es sabido, profesaba Joselito una honda devoción. Sobre el féretro, a los pies del cadáver, se ve extendido primorosamente el capote de paseo del lidiador, prenda a la que Benlliure piensa dar toda la policromía de sus sedas y bordados. 

Así es el mausoleo que acaba de modelar el gran escultor valenciano. Obra viva, arrancada de un bloque de la cantera de la raza. Monumento airoso y fuerte que legará a la posteridad una visión luminosa, de nuestros tipos, de nuestros trajes y de nuestras costumbres.

Consta el mausoleo de 19 figuras (incluida la de Joselito) en tamaño natural. Será todo el de piedra, bronce y mármol. Seguramente dentro de un año o año y medio podrá ser emplazado en el cementerio de Sevilla, en terreno cedido generosamente por aquel Ayuntamiento y elegido expresamente por Mariano Benlliure. 

Y allí, bajo el cielo sevillano, la obra del prodigioso escultor esplendara al sol, magnífica y triunfal, como algo de maravilla. 





Cuando Juan Belmonte muere es enterrado casi al lado de Joselito para reunir en un corto espacio del cementerio a cuatro grandes toreros de una época dorada del toreo. 

La imagen del féretro de Belmonte delante del mausoleo de Joselito fue portada de la revista " El Ruedo "  en 1962. 



El féretro de Belmonte delante del mausoleo de Joselito

Portada de la revista "El Ruedo"

La "hermana muerte" volvía a unir a José y Juan. 

La tumba de Juan está prácticamente al lado de la de José. El escultor José Luis Sánchez Fernández y el arquitecto Antonio Delgado Roig la diseñaron. 

En estilo cubista y mármol negro presenta superficies superpuestas. El pueblo sevillano la bautizó como "el piano de cola". 




Las Fuerzas Armadas españolas honran a los caídos ante la llama eterna del Monumentos a los Caídos por España entonando esta canción, que no está de más recordar en el Día de Todos los Santos y en el mes de los difuntos.


Tú nos dijiste que la muerte

no es el final del camino, 

que aunque morimos no somos

carne de un ciego destino. 


Tú nos hiciste, tuyos somos,

 nuestro destino es vivir, 

siendo felices contigo,

 sin padecer ni morir. 


Cuando la pena nos alcanza

por un compañero perdido

cuando el adiós dolorido

busca en la Fe su esperanza.


En Tú palabra confiamos

con la certeza que Tú

ya le has devuelto a la vida, 

ya le has llevado la luz.


Si caminamos a tu lado, 

no va a faltarnos tu amor,

porque muriendo vivimos

vida más clara y mejor.

















Hoy se torea en el Cielo por chicuelinas

Decían de él que toreaba como los ángeles y que sus muñecas eran de cristal por la suavidad con la que mecía el capote. Cuentan que ha entra...