"La peor decisión es la indecisión". Sabias palabras de Benjamin Franklin.
Domingo de Resurrección. Sevilla. Día de tradición y de tradiciones. La Maestranza. El Juli, Manzanares y Roca Rey. Cartel de consagrados. Anuncian buen tiempo
Madrid. David Galván, Juan Ortega y Pablo Aguado. Cartel de futuro y esperanza. Savia nueva. Anuncian frio, día desapacible y viento.
En Sevilla, la plaza a quince minutos de casa en agradable paseo. A Madrid hay que viajar y por la hora en que termina la corrida hacer noche.
Indecisión para tomar la decisión. Entre los miembros de la tertulia taurina a la que pertenezco se levanta gran expectación con el cartel de Madrid , pues no en vano Ortega y Aguado han estado este año con nosotros y nos cautivaron no solo con su toreo sino con su filosofía de vida y su concepto de la tauromaquia.
Muchos de los tertulianos se ilusionan , pero solo uno es tajante y decide sobre la marcha. Juan Miguel Pereda lleva 53 años yendo de manera ininterrumpida a la Maestranza todos los Domingos de Resurrección, desde que un 10 de abril de 1966 su abuelo materno lo llevase por primera vez a los toros. Corrida mixta en la que con seis toros de Salvador Guardiola y uno de Barcial torearon Rafael Peralta, el chiclanero Emilio Oliva, el linense Carlos Corbacho, al que un año más tarde se le tendría que amputar una pierna por una infección en una herida mal curada y el cordobés Zorito.
Juan Manuel Pereda con su abuelo el Domingo e resurrección de 1966 |
El abuelo de Juan Miguel era Manuel Roldan González, corresponsal del ABC durante 26 años en Écija. También colaboraba en "El Sol de Écija" bajo el seudónimo de Renato. A ello unía las numerosas crónicas que en distintos medios realizaba de las corridas de toros que se celebraban en la provincia de Sevilla. Hombre religioso que cumplía los preceptos de la Cuaresma y que como se estilaba en la época, dejaba de fumar durante la misma hasta que el Domingo de Resurrección encendía su puro cuando se iniciaba el paseíllo en la Maestranza.
He de reconocer que mi decisión no estaba tan clara como la de Juan Miguel y las dudas me asaltaban. Por fin tomé la decisión de ir a Madrid. Me podía la fuerza del cartel a pesar de lo desigual del duelo.
El día en Madrid era frio y desapacible. Muy desangelado. Antes de la corrida había quedado con mi buen amigo Juan Salazar para tomar un café en el hotel donde se vestía Juan Ortega.
Juan Salazar es un gran aficionado , miembro de la prestigiosa tertulia "Los de José y Juan", de la Unión de Abonados Taurinos de Madrid y de la distinguida peña "El Botijo". Gran bibliófilo y escritor taurino, investigador , conferenciante y participante en programas de radio donde habla de toros.
Una persona con la que da gusto ver toros y hablar de la historia de la tauromaquia. En próximo post hare una reseña de su libro "Remembranzas literarias. Madrid , museo taurino abierto", que recientemente he terminado de leer.
Hoy me permitiré realizar una pequeña semblanza de uno de sus capítulos pues muy cerca del hotel donde tomamos café se encontraba el primer sanatorio de toreros que nació a principio del siglo XX dado que no existía cobertura asistencial para los toreros.
Luis Mazzantini y Enrique Vargas" Minuto" idearon lo que denominaron "Asociación Benéfica de Auxilios Mutuos Toreros" que fue definitivamente impulsada por Ricardo Torres "Bombita" en 1909. En ese régimen asistencial estuvieron los toreros hasta que en 1972 se incorporaron al régimen general de la Seguridad Social.
En un ejemplar de la revista "El Ruedo" de 1959 se recoge un titular que reza "La Asociación Benéfica de Toreros celebra el cincuentenario de su fundación".
Portada de la revista El Ruedo en 1959 |
A ese acto fue invitado mi abuelo el Dr. Leal Castaño junto a los cirujanos de Las Ventas (Dr. Jiménez Guinea) y de Vista Alegre ( Dr. Gómez Lumbreras).
Todos tuvieron una especial relación con la asociación y con el Sanatorio de toreros y como se recoge en las imágenes de abajo pronunciaron discursos en la conmemoración del evento
Imagen del discurso del Dr. Leal Castaño |
Imagen de los discursos de los Dres Jiménez Guinea y Gómez Lumbreras |
Mi abuelo mantenía una excelente relación con ambos compañeros y solía ir muy a menudo a Madrid a ver las corridas de San Isidro.
En esta conversación transcurrió nuestro café y por fin llegó la hora de la corrida.
Nos encaminamos a las Ventas del Espíritu Santo, plaza terminada de construir en 1929 en la zona así denominada, porque era un lugar de numerosos merenderos (ventas) donde el pueblo de Madrid iba a pasar los domingos.
Cuenta la revista "Madrid histórico" que " entre la Plaza de Manuel Becerra y el arroyo del Abroñigal existieron numerosas ventas y casas de hospedaje, figones y merenderos levantados en destartalados barracones".
La más famosa fue la Venta del Espíritu Santo, que tomaba su nombre de la Quinta del Espíritu Santo, finca de grandes dimensiones, que a su vez era así llamada por una ermita que allí existía con ese nombre.
La Venta del Espíritu Santo comenzó a funcionar el 3 de julio de 1630. Originariamente en las tabernas no se podía despachar vino para evitar altercados por la embriaguez de los viajeros, pero esta venta obtuvo permiso de la Alcaldía y pasó por ello a ser uno de los lugares preferidos de los madrileños para pasar sus ratos de ocio.
Venta del Espíritu Santo a principios de sigo donde hoy se ubica la Plaza de Toros |
El autor del blog con Juan Salazar |
Comentando esta circunstancia entramos en la Plaza, donde nada más entrar nos hicieron entrega del programa de la corrida. No se si por causalidad o por casualidad en la portada del programa oficial figuraba una paloma descendiendo sobre la plaza. En la simbología cristiana la paloma siempre encarnó al Espíritu Santo. El día era propicio para proclamar su fuerza.
Programa oficial |
El programa nos anunciaba toros de El Torero. Encaste Domecq , de una ganadería regentada hoy por Dolores Domecq, descendiente de D. Pedro Domecq Lembeye, noble francés que abandonó Francia huyendo del proceso o revolucionario iniciado en 1789.
Pedro Domecq murió de forma accidental por las quemaduras producidas al caer en un barreño de agua hirviendo a la edad de 52 años.
La familia Domecq, al igual que Notre Dame, sobrevivió a la revolución francesa.
La familia Domecq y la catedral de Notre Dame comparten el culto al toro, pues no en vano en Notre Dame existe una vidriera que representa a San Lucas con un toro.
Impactado todavía por el incendio no quería dejar de tener un recuerdo a tan excelsa Catedral en día tan significado para el cristianismo.
Vidriera de Notre Dame. San Lucas Evangelista con su animal distintivo. El toro |
Cada evangelista tiene un signo distintivo.
San Mateo un ángel, San Juan un águila , San Marcos un león y San Lucas es representado por el toro.
San Lucas es el patrón de los médicos y de los artistas. Aunque los toreros tienen su propio patrón, San Pedro Regalado, para mi San Lucas es más significativo como patrón pues lo es de los artistas y además el toro es su animal representativo.
El Domingo que resucitó el Señor, San Lucas no fue el apóstol que mas corría, ni falta que le hacía.
Si iba a ser patrón de los médicos y los artistas en esas profesiones las prisas nunca fueron buenas consejeras.
Ninguno de los tres toreros que toreaban esa tarde en las Ventas es un torero de prisas.
El día demasiado ventoso marcó los terrenos de la lidia. Nota curiosa que en las cuadrillas figuraban cuatro toreros que tomaron la alternativa. Sergio Aguilar, José Antonio Carretero, Juan José Trujillo y Andrés Revuelta, lo que demuestra lo difícil que es llegar a ser figura del toreo.
David Galván tuvo pocas opciones. su primer toro fue un burraco de 650 kilos. Con ese peso le costaba desplazarse y tuvo una lidia difícil.
Diego Galván con el burraco de 650 kilos |
En el arrastre del primero dieron las seis y media de la tarde y la mente se me fue de nuevo a la Maestranza , donde en ese momento debía sonar el pasodoble que abría el paseíllo.
Me acordé de Juan Miguel Pereda, que durante 53 años ininterrumpidos ha asistido a la Plaza ese día. A buen seguro estaría encendiendo el puro con el que inaugura la temporada en honor y recuerdo de su abuelo haciéndolo coincidir con el paseíllo.
El segundo toro de David Galván fue muy protestado por el público, en especial por el tendido 7 y poco pudo hacer.
Al llegar al hotel me encontré esta foto
Pablo Aguado tampoco tuvo un buen lote ni su mejor día. Su primer toro fue un jabonero sucio al que hizo un bonito toreo de capa por delantales. Con la muleta estuvo un poco acelerado y su toreo no llego a los tendidos. Sufrió una tremenda voltereta. Al sexto no fue capaz de someterlo pues el toro tenía más genio que bravura. Estuvo muy valiente y decidido en todo momento.
Lo mejor de la tarde lo dejo Juan Ortega. Con el traje verde y azabache que le regalaron en La Carlota ya lucía el mismo corte clásico que tiene su toreo.
Puso de manifiesto su disposición en el quite que realizo al burraco que abría plaza. Excepcionales chicuelinas ajustadísimas y con cadencia.
En el primero de su lote pudimos ver que es un torero de excelsa calidad, con torería y armonía. Ejecutó unas verónicas lentas y despaciosas que aún no han terminado. Eternas y con gusto. Solo por eso supe que la decisión de ir a Madrid había sido acertada, pues eran lances que quedaran en el recuerdo y que son muy infrecuentes. Según me cuentan hacía tiempo que Madrid no se levantaba de manera unánime en unos lances de capa.
Con la muleta hizo un toreo relajado, sin prisas, en una faena que aunque no tuvo toda la ligazón fue escenográfica por la suavidad, la armonía y lo despacio que ejecutó el toreo. Toreo que entusiasmó a los tendidos. Calidad y sabor en sus muletazos. Toreo diferente que se agradece en un toro justito de fuerzas que provocaron esos altibajos en la ligazón.
Juan Ortega tiene un toreo de otra dimensión y de otro tiempo. Componiendo con naturalidad con el pecho por delante, enganchando la embestida de manera suave y llevándolo con una suavidad impresionante.
La faena fue para que tocase la música en las Ventas, pero está es la única plaza del mundo en la que durante la lidia no se toca música, pues en el año 1939 hubo un altercado de orden público entre seguidores de Marcial Lalanda y los de Domingo Ortega. Habiendo ejecutado el primero una excelente faena la banda le tocó su pasodoble "Marcial tu eres el más grande". Los seguidores de Domingo Ortega protestaron de manera muy airada que durante la lidia del toro de su ídolo no sonará la música y provocaron un tumulto considerable Desde ese día se prohibió la música en las Ventas durante la lidia que solo ha sonado con ocasión de la despedida de Antonio Bienvenida en 1966 en corrida que lidió como único diestro. en el sexto y con permiso del presidente sonó la música.
La música alegra el alma. Curioso que los dos últimos toreros para los que sonó la música en Madrid durante una faena fueran Lalanda y Bienvenida. Los dos últimos presidentes de la Asociación Benéfica del Toreo como se recoge en el artículo de "El Ruedo".
Pero en Resurrección en Madrid no hizo falta música porque el toreo de Juan Ortega sonó a sinfonía celestial que nos elevó al Cielo y nos hizo ver que tras la indecisión inicial tomamos la decisión acertada.
Con el alma alimentada por los sonidos del silencio de su toreo y por las verónicas eternas volví a Sevilla añorando solamente poder ver a este torero en su plaza de la Maestranza.
Estimado Manolo: MAGISTRAL, como siempre. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuy bueno, qué interesante!!!
ResponderEliminarExtraordinario Manolo, siempre un placer beber de la sabiduría de este blog. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Manolo muy bueno el articulo. Tengo la duda de Emilio Oliva
ResponderEliminarImpresionante artículo Manolo. Consigues como nadie mezclar documentación histórica con apuntes personales y toques románticos. De nuevo mi admiración y gratitud por compartir tu magisterio.
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