viernes, 12 de julio de 2019

El valor de los valores



"Los sueños de niño, con la ayuda de Dios, se pueden hacer realidad si se tiene disciplina, no se regatean esfuerzos y si jamás se olvida uno de sus raíces".

Estas palabras están escritas en la dedicatoria de una foto de Espartaco cuando era niño que Juan Antonio Ruiz  regaló a su hijo hace unos años. Toda una lección de vida en tan pocas palabras. Hacer realidad los sueños, la ayuda de Dios, la disciplina , el esfuerzo y el respeto a nuestras propias raíces.


Foto que Juan Antonio Ruiz Espartaco dedica a su hijo con la leyenda citada en el texto


"Superar ese intenso miedo engrandece mi espíritu. Esa mirada del toro se clava en el alma, me arranca lo que soy para enseñarme lo que puedo ser. Al mismo tiempo que te hace sentir grande y que eres capaz de cualquier cosa te enseña que no somos nada. El toro da su vida para su gloria. Pasa a formar parte de mi. ¿Existe amor más puro?

De su fuerza... dulzura, de su voluntad, mi dominio; de su bravura , pasión, de su estampa, dignidad, de su peligro, emoción. "

En este caso son  palabras de Francisco Rivera Ordoñez que  también encierran muchas lecciones de vida. Superación del miedo, engrandecimiento del espíritu, salir de lo que somos para ver lo que podemos llegar a ser, sentirse grande y capaz  de todo pero siendo conscientes que no somos nada, dominio de situaciones, pasión en lo que se hace, dignidad, emoción.

Bajo el título "El valor de los valores" quisimos inaugurar el Aula Taurina de los Antiguos Alumnos del Colegio Tabladilla.

Y para ello contamos con personas vinculadas al mismo. Juan Antonio Ruiz Espartaco ha sido padre de alumno del colegio y desde el momento en el que se lo propusimos nos dio la respuesta afirmativa con una expresión bien taurina. "Por supuesto, vamos "palante"".

Fran Rivera fue antiguo alumno del Colegio y es padre del colegio en la actualidad y también se volcó desde el principio.

No podía haber mejor cartel.

Cartel anunciador  del acto


Dos toreros con mucho en común. Toreros de raza, de carácter, siempre entregados al cien por cien, toreros poderosos pero con infancias complicadas por diversos motivos.

Ambos con grandes facultades físicas y que vieron peligrar sus carreras por sendas lesiones de ligamentos de la rodilla jugando al fútbol por causas benéficas. Siempre solidarios.

Los dos con gran espíritu de sacrificio y siendo siempre grandes compañeros de otros toreros.

Con un importantísimo  nexo de unión en la figura de Paquirri.

Toreros de valor y toreros de valores.

Sería difícil resumir en poco espacio las casi dos horas de amenísima conversación que pudimos mantener con ellos en animado y divertido coloquio que nos hizo a todos sentirnos en casa. De hecho todos estábamos en esa casa común que es nuestro querido Colegio, que ya de por si genera un ambiente diferente nada más pisarlo.

Ambos tienen también en común ser dos de los pocos toreros que han recibido la Medalla de Oro a las Bellas Artes, galardón que está en manos de Pemán, Alberti, Buero Vallejo, Dalí, Miró, Chillida, Montserrat Caballé, Andrés Segovia, Alfredo Kraus, Placido Domingo o José Carreras entre otros

El primer torero al que le fue concedida fue Antonio Ordoñez, abuelo materno de Fran Rivera.

Nos encontrábamos no sólo ante dos figuras del toreo sino ante dos leyendas de la tauromaquia, cada una por distintos motivos.

Para dos personas que tienen la Medalla de Oro a las Bellas Artes la pregunta era obligada.

¿ Por que el toreo es un arte y porque es tan bonito?

Como decían ambos, intentar explicar esto con palabras es casi imposible. Torear ha sido su vida. Es crear arte. El toro habla con sus gestos , sus movimientos y su mirada. "El toreo es ver como un animal y un hombre se funden en uno para hacer de su vida y su muerte arte, el arte de la vida, de hacer que el tiempo se pare".

Como dice Fran Rivera en un texto que se leyó en el coloquio:

"Mi lienzo , la plaza; mis pinceles, capote, muleta y espada, mi pintura, el toro; mi obra, un instante que se siente, se siente en lo más profundo del alma. Solo tengo que cerrar los ojos y viajar por los sentimientos de mi corazón de esta tarde que toree ese toro".

Esa relación con el toro es tan especial que ambos afirmaban que, tras haber matado más de 4.000 toros Espartaco y más de 2.000 Fran Rivera,   los dos recuerdan a la perfección la cara de cada uno de ellos y la Plaza donde lo mataron.

Los dos nos contaron su infancia. Ambas complicadas por diversos motivos. En el caso de Juan Antonio por las difíciles condiciones que tuvo que superar para llegar a ser lo que fue. En el caso de Fran por la pérdida de su padre con tan solo 10 años.

Juan Antonio nos contó sus difíciles  comienzos. Su padre había sido torero pero no llegó a triunfar y quería que su hijo fuera la gran figura que el no pudo ser. Desde muy pequeño tras salir del colegio lo ponía a torear de salón. Esos primeros años se convirtieron en momentos marcados por la gran exigencia de un padre hacía su hijo, mezclados por la responsabilidad que desde muy pequeño fue adquiriendo el Maestro Espartaco y quizás por la ansiedad que eso le podía provocar.

Se viste por primera vez de luces en 1975 con solo 12 años en Camas con un traje prestado y una montera que tuvo que rellenar con cartones para que le ajustará en la cabeza. Ese día toreó dos becerros, le dieron como premio una muleta como triunfador del festejo y al segundo becerro le cortó dos orejas. Lo sacaron a hombros. Al llegar a su casa todo eran felicitaciones, hasta que llegó su padre:

¡ Así no se llega a ninguna parte, hay que estar mejor! Esa fue una constante en la carrera de Juan Antonio. El altísimo nivel de exigencia de su padre a la que el diestro siempre respondía con respeto y obediencia.

Espartaco en su primer paseíllo con solo 12 años en Camas

Como en España no se podía torear con esa edad surge la oportunidad de irse a América a acompañar al Chino torero y sus enanitos haciendo la parte sería del espectáculo. Se va a América con solo trece años y acompañado de su padre dejando atrás a su familia en una época en que las comunicaciones no eran las de hoy y solo podía hablar con su casa una vez al mes por conferencia que había que solicitar con tremenda antelación.

En la expedición el Chino torero, los enanitos toreros y una "troupe" de monos que salían a torear en un momento del espectáculo. Una vida cercana a la del Circo viviendo en caravanas itinerantes por tierras desconocidas.

Contaba Juan Antonio con mucha gracia que una parte del espectáculo consistía en representar el cuento de Caperucita. El , antes de salir a la parte sería, se tenía que vestir de lobo feroz y en el guión los enanitos lo empujaban y maltrataban. Espartaco, con solo trece años, se resignaba , pero esa parte del espectáculo le impedía salir luego concentrado a torear.

Su padre sin previo aviso le dijo un día:

"Esta tarde seré yo el lobo". Y se colocó el disfraz. En un primer momento nadie notó el cambio. Sin embargo cuando el primer enanito se acercó para tomarle el pelo al lobo recibió tal empujón que rodó varios metros dando volteretas. El segundo y el tercero lo intentaron  con la misma suerte y ambos volaron por los aires, hasta que por las rejillas del disfraz vieron que no era el niño sino el padre el que estaba dentro del disfraz. Los  enanitos despavoridos decían

" Corred, corred, que no es el niño que es el padre".

A aquel viaje a América si llevaba ya Juan Antonio su primer vestido de torear hecho a medida por el sastre Fermín con ayuda de los hermanos Lozano que tan unidos estuvieron a Juan al principio de su carrera. Era un traje rosa y plata que estrenó en la plaza de Santa María en Bogota a la que siempre guardará un especial cariño. Al igual que a los enanitos con los que compartió aquellos momentos tan dificiles

Espartaco con su primer traje de luces

 
Volvió a España tras un duro periplo y aunque en los anales oficiales dice que debuta con caballos con 15 años en Ondara (Alicante), nos contó que en realidad su debut con caballos fue en Pontevedra casi un año antes, pero con un nombre falso porque en aquella época en España estaba prohibido torear con esa edad.

La infancia de Fran también estuvo marcada por la dureza, pues no en vano, su padre , el siempre recordado  Paquirri , murió cuando el solo tenía 10 años.

No lo tuvo fácil en sus inicios. No en vano el peso de las dinastías influye sobremanera para lo bueno y para lo malo. Tres dinastías se mezclan en su estirpe .Rivera, Ordoñez y Dominguín.

Pero quien mejor definió la llegada de Fran al mundo de los toros fue Enrique Ponce:

" En principio se le pudo mirar como un niño bonito o de papá que quería probar suerte en el toreo y que iba a ir muy cuidado, pero sin embargo yo no lo vi de esa forma, no como un niño de papa, sino un niño al que su padre lo mató un toro. La diferencia es más que notable. Eso era muy serio. Y sentí hacía el un afecto especial en ese sentido".

Sobran los comentarios.

Recordaba Fran como le contó a su abuelo, Antonio Ordoñez, que quería ser torero. Su abuelo le recordó el peso de los apellidos que llevaba y que no podía dejar en evidencia esos apellidos. Al contrario de lo que se pueda creer su abuelo apenas le enseñó a torear. Solo casi a coger los trastos.

Recordó como siendo muy pequeño su padre en el campo le echo una vaquilla y el huyo despavorido con gran enfado de Paquirri.

Pero desde muy pequeño había vivido el mundo del toro y la sangre torera le corría por las venas.



Francisco Rivera con su padre Paquirri
 Desde muy pequeño vio tanto a su padre como a su abuelo en los ruedos y eso se tenía que notar.

Antonio Ordoñez y Paquirri con Fran y Cayetano. Cuatro toreros de dinastia




Debuta Fran sin caballos con 17 años en la Plaza de Toros de Ronda en 1991. En 1992 debuta con caballos en la misma Plaza.


Debut sin picadores en Ronda.1991


Triunfo el día del debut


Espartaco toma la alternativa  el 1 de agosto de 1979, con solo 16 años. Aún no había nacido Francisco.

La alternativa de Espartaco estaba prevista unos días antes en Jerez de la Frontera de manos de Antonio Ordoñez y con Rafael de Paula de testigo en la llamada corrida del arte. Pero un fortísimo viento de levante obligó a suspender esa corrida.

Unos días más tarde Espartaco recibe la alternativa en Huelva de manos de Manuel Benítez "El Cordobés" y con Manolo Cortés de testigo. Ese día corta dos orejas a cada toro.

El destino quiso que tomase la alternativa en el mismo coso que lo había hecho su padre el 19 de marzo de 1966. Es decir solo 13 años antes. Creo que es un hecho único en la historia de la tauromaquia.

Solo unos días antes de la inauguración del Aula Taurina del Colegio Tabladilla me recordaba mi padre que el fue con mi abuelo, el Dr. Leal Castaño, a ver aquella corrida en la que Antonio Ruiz recibió la alternativa de manos de Emilio Oliva y con Efraín Girón y D. Álvaro Domecq de testigo.

El toro de la alternativa del padre de Espartaco se lo brindo a mi abuelo que también era de Espartinas y al que tenia mucho cariño.

La trayectoria de Espartaco no fue fácil a pesar de que en 1982 abre la Puerta del Príncipe por primera vez compartiendo cartel con Curro Romero y Paquirri.

Ese año se sitúa primero en el escalafón, hecho que repite desde 1985 a 1991.

Pero el periodo comprendido entre el 82 y el 85 es una travesía del desierto realmente dura para el diestro en la que incluso se plantea dejar de torear y ejercer de banderillero. Pero llegó la tarde del 25  de abril de 1985 en la Feria de Sevilla en una corrida televisada para toda España por la primera cadena.

Al primer toro le había cortado una oreja. El segundo de su lote era un toro noble pero con poca fuerza. " Facultades". El publico estaba entregado con Juan Antonio. Le hace una faena de antología. Cuando se perfila a matar escucha en los tendidos una voz que le dice " Ahora, no". Era su padre que ese día no quiso estar en el callejón.

Cuadra de nuevo al toro y de nuevo escucha esa voz entre el silencio " ¡Encima!". Se tiró a morir entre los pitones consciente  de que habría triunfo o enfermería, pero no le podía fallar a su padre ni se podía fallar a si mismo. Estocada hasta la bola y Puerta del Príncipe.

A partir de ahí ocupa el primer puesto en el escalafón desde 1985 a 1991. Espartaco manda en el toreo.

El 23 de abril de 1995 da la alternativa a Francisco Rivera Ordoñez en la Maestranza con Jesulín de testigo. Ese día es Fran quien cosecha un clamoroso triunfo.



Espartaco dando la alternativa a Fran Rivera en Sevilla 1995
Las palabras que Espartaco dirigió a Fran ese día  quedan entre ellos, pero sin duda fueron muy emotivas.

Fran Rivera asombró a todos no solo por su valor sino también por su arte. Esa misma Feria tuvo una actuación estelar cortando dos orejas a un toro de Sánchez Ibargüen.

Un año más tarde confirma la alternativa en Madrid en una tarde que pasará a la historia del toreo como "la corrida de los quites" en la que Ponce y Joselito tuvieron un pique a quites en el que dejaron fuera a Fran el día de su confirmación, lo que provocó un enfado de este último. Ese cartel se repitió en infinidad de ocasiones durante aquella temporada y Fran nos contó como no solo se limaron las asperezas sino como aquello derivó en una gran amistad con ambos diestros.

Fran dejó entreabierta la Puerta del Príncipe en 1997. Tras haber cortado dos orejas a su primer toro empañó el triunfo al fallar con la espada en su segundo cuando ya tenía en la mano abrir la Puerta del Principe.  Ese día Joselito si la abrió. Recordaba Carlos Villarubia, persona con la que tuve el privilegio de compartir el agradable coloquio, alma mater de la puesta en marcha del  Aula Taurina y enciclopedia viviente de la tauromaquia, que nunca se le olvidará el titular en la prensa de aquel día:

"Joselito sale por la Puerta del Príncipe y Rivera bajo palio"

Especialmente emotivo fue el recuerdo a Paquirri.

Para el autor del blog Paquirri fue su ídolo taurino de la infancia y Espartaco el de su adolescencia. Y ambos lo siguen siendo hoy día.

Espartaco tuvo como uno de sus referentes a su Paquiri.  La relación de Espartaco con Paquirri fue excepcional.

Cuando Espartaco  comenzaba Paquirri era una grandísima  figura del toreo. Espartaco tenía un gran respeto  y admiración a Paquirri  y así lo dejo ver en el coloquio. Dijo que Paquirri se lo tomaba todo muy en serio. Había que estar muy firme a su lado . Entrenaba con muchísima dureza. Espartaco pensaba siempre que si Paquirri que era máxima figura se preparaba con tanta intensidad ¿Cómo tendría que hacerlo el , que en aquel entonces todavía no había logrado nada?

Se le quedó grabada una frase que siempre le decía Paquirri: "Para ser martillo , primero tienes que aprender a ser yunque" " Y luego también le decía, "si llegas arriba no te olvides nunca de donde vienes ni lo que te ha costado llegar".

Paquirri tuvo muchos años a Espartaco en su finca "Cantora". Y fue quien más lo apoyó en sus años difíciles. Nunca perdió la fe en él y solía decir "Cuidadito con Espartaquito que cualquier día le da la sorpresa a todo el mundo".

Algunas imágenes de la vida de Paquirri

Paquirri y Espartaco en uno de los inviernos que compartieron en Cantora

 
Emocionado fue el recuerdo de Fran Rivera para su padre. Todos los que fuimos antiguos alumnos en la época en que Fran estaba en el colegio recordamos siempre cuando sus padres venían a hacer tutoría con los profesores. El halo de Paquirri y la belleza de Carmen Ordoñez siempre formaran parte de nuestros recuerdos de aquellos años.

Contaba Espartaco con mucho cariño como cuando iban a Cantora y pasaban por una gran finca que allí había, Paquirri siempre le decía. "Espartaquito , mira que buena finca para comprarla". Con el paso de los años esa finca fue suya.

A la primera finca que Espartaco pudo comprar le puso el nombre de "Albahaca", un mitico toro del Conde de la Corte que Espartaco lidió en 1982 en Salamanca. El toro tenía 110 cm de pitón a pitón. Un toro de otros tiempos. Ese día caía un diluvio y el crédito de Espartaco se agotaba en esa temporada. Con un palmo de agua en el ruedo le hizo una faena a "Albahaca" que aún es recordada en Salamanca. Le cortó  las dos orejas y el rabo. Hasta D. Álvaro Domecq que aquel día también toreaba a caballo sacó su pañuelo desde el callejón para pedir los trofeos, algo absolutamente inusual en el mundo del toro.

Ambos toreros mencionaron su relación con el miedo. Desde las sensaciones físicas que se sienten (intenso frío, crecimiento de las uñas o del pelo) hasta las emocionales.

Decía Espartaco que el miedo es todo aquello que te ayuda a estar a la expectativa. No hay que mirarlo como un enemigo, ni como un defecto, hay que verlo como amigo y como incluso una virtud. El miedo te hace ser consciente de que vas a hacer algo de responsabilidad y que lo vas a hacer lo mejor posible. "El miedo al fracaso fue el que tanto me ayudó a triunfar".

Fran Rivera dice que tener  miedo no es malo, es necesario, te mantiene alerta. Lo malo es no superarlo. Tienes que respetarlo, hacerlo tuyo. Superar ese miedo engrandece el espíritu.

Se contaron múltiples anécdotas como las relacionadas con el nombre de ambos. En el caso de Espartaco el nombre no viene porque naciera en Espartinas como muchos creen. Cuando su padre empezaba se presentó a torear un tentadero en el que estaba Rafael Sánchez "El Pipo". Este le preguntó su nombre a lo que el padre de Espartaco le dijo:

-  " Antonio Ruiz".

- "Con ese nombre es difícil triunfar. Chaval tu eres valiente. Un gladiador. Te llamaremos Espartaco como el gladiador" . Y es que días antes se acaba de estrenar con gran éxito la película en la que Kirk Douglas interpretaba al histórico gladiador.

Francisco Rivera pasa a ser llamado " Paquirri" en los carteles a partir de 2010 cuando le da la alternativa al hijo de Dámaso González en Albacete. El padrino era José María Manzanares. Los tres hijos de toreros. El cartel de sus padres en los años 70 y principios de los 80 era un cartel de lujo que se repitió en muchas ocasiones y Fran pensó que sería bonito ese día recuperar ese cartel.

Primer cartel en el que Fran Rivera se anuncia como Paquirri

Se comentó también la importancia de la educación taurina. En todo lo relacionado con el mundo del toro hay una educación que hoy se está perdiendo. El respeto a los mayores, la forma de hablar y hasta de vestir, los ritos y rituales, los saludos. Todo es diferente. Es una profesión en la que al Maestro se le sigue hablando de usted. Como en Tabladilla, donde los niños aún se dirigen a sus profesores llamándolos de usted y con el "don" por delante.

Tras el repaso de las trayectorias de ambos llegamos a sus despedidas de los ruedos.

Fran Rivera, aunque ha tenido alguna vuelta ocasional y justificada,  se despidió de los ruedos en Ronda en septiembre de 2017 rodeado de los suyos y saliendo a hombros de su hermano en una plaza que tanto significa para él y su familia.

Despedida de Fran Rivera en 2017 en Ronda



Espartaco se despide de los ruedos el 5 de abril de 2015 , Domingo de Resurrección, en una despedida soñada en la Real Maestranza.

Daba la alternativa a Borja Jiménez, también de Espartinas y también antiguo alumno de nuestro colegio.

Hace un toreo clásico ese día y logra cortar dos orejas a uno de sus toros.



Pero el momento más emotivo llega cuando su padre y su hijo, que nunca lo había visto torear le cortan la coleta. Todavía dice sentir el escalofrío que sintió en ese momento.



Y tampoco nunca podrá olvidar cuando muchísimos de sus compañeros toreros se tiraron al ruedo para sacarlo por última vez por la Puerta del Príncipe y llevarlo a hombros hasta el hotel







Espartaco a hombros de sus compañeros toreros

Como epilogo Espartaco comentaba que "la responsabilidad, la disciplina, la honorabilidad y el respeto es lo que he aprendido de mis padres y de mi profesión de torero. Del toreo agradezco el honor y el respeto a las cosas. Eso es lo que he intentado llevar en mi camino y es lo que he enseñado a mis hijos". "La vida de un torero pasa muy rápido y lo que queda es la persona. Tienes que ser y sentir como eres y no cambiar nunca".

El agradecimiento a su padre lo hace publico un año después de su despedida cuando se celebra en la Plaza de Huelva el 50 aniversario de la alternativa de Antonio Ruiz.

Ese día Espartaco en público dice lo siguiente:

No siempre he tenido la oportunidad de darle las gracias en público a mi padre, decirle cuánto le debo y cuánto le admiro y, sobre todo, de dedicarle todo lo que el toreo me ha dado. Nada hubiera sido posible sin la afición y los valores que él me transmitió”.

Ese mismo día el periodista Rafael Moreno, que también fue apoderado de Espartaco le dijo al padre de Espartaco:

"Puede que no triunfaras en la plaza, pero sí lo has hecho en la vida. Porque nadie sabe mejor que es en el éxito de los hijos donde radica el verdadero triunfo para el hombre".

Abrazo entre padre e hijo el día de la despedida de Espartaco. Sobran los comentarios


Padre e hijo tomaron la alternativa en la Plaza de la Merced de Huelva. Plaza que cuida los detalles. Unas líneas más arriba citábamos el homenaje que Antonio Ruiz recibió en el 50 aniversario de su alternativa.

Este año, el 1 de agosto, se cumple el 40 aniversario de la alternativa de Espartaco en el mismo coso y hace unos días se han presentado los carteles de las Ferias Colombinas en los que se rinde homenaje a esa efemérides, en una bonita imagen en la que Espartaco parece brindar a la Virgen de la Merced.

Cartel de las Fiestas Colombinas de 2019

Con Espartinas en la memoria, y como el principal motivo de este blog es rendir homenaje al Dr Leal Castaño, no puedo dejar de rendir un homenaje a su memoria.

Además de Espartaco han existido dos personas de Espartinas que han abierto la Puerta del Príncipe.

Lo hizo nuestro antiguo alumno Borja Jiménez de novillero.

Pero antes de que ambos nacieran el primer espartinero que abrió la Puerta del Príncipe no fue un torero. Fue el Dr. Leal Castaño que fue sacado a hombros por toreros, compañeros médicos y ganaderos el día que le rindieron un emotivo homenaje en la Real Maestranza de Caballería por las excelsas faenas que hizo  en la enfermería de esa plaza con el bisturí.

El Dr. Leal Castaño a hombros en homenaje recibido en la Maestranza instantes antes de ser sacado por la Puerta del Principe

Bonito coloquio en el que los toreros entre anécdota y anécdota tuvieron el valor de hablar de los valores.

Espartaco, Fran Rivera, Carlos Villarrubia y el autor del blog

Dos momentos en los que se aprecia el distendido coloquio mantenido en el que todos nos sentimos muy a gusto


Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores.

Hablamos de los valores que enaltecen al toreo: Verdad, ética, dignidad, respeto al animal y a tu profesión, seriedad, disciplina, responsabilidad, exigencia, espíritu de superación, constancia, predicación con el ejemplo, humildad, amor paterno filial, capacidad de sacrificio, entereza ante la desgracia y las adversidades, solidaridad y agradecimiento.

Hubo valor para hablar de valores. Valores como fuente de satisfacción y plenitud.

No podría terminar esta entrada sin dejar de agradecer al Colegio Tabladilla que haya acogido con tanto cariño la iniciativa de la creación del Aula Taurina de los Antiguos Alumnos con mención muy especial a Carlos Pérez Carranza, interlocutor del Colegio siempre atento a la organización y con un espíritu de servicio encomiable, a Ignacio Rus , Presidente de los Antiguos Alumnos y a todo el equipo directivo del Colegio que apoyó esta iniciativa. Y por supuesto a Carlos Villarrubia, verdadero artífice e impulsor de la idea.

Y por supuesto a Juan Antonio Ruiz Espartaco y a Francisco Rivera Ordoñez que volvieron a triunfar toreando esta vez con la palabra, demostrando mucho temple en sus actitudes y transmitiendo a los asistentes muchísimos y profundos  mensajes que a todos hicieron salir con un excelente sabor de boca y con muchas nuevas enseñanzas. Para ello ha nacido este Aula Taurina que hemos tenido el privilegio de inaugurar con dos grandes Maestros.

3 comentarios:

  1. Tuve la suerte y honor de presenciar en persona la gran tertulia taurina y tu magnífica moderación. Enhorabuena Manolo.

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  2. Muy emotivo y lleno de anécdotas. ....lo de América de Espartaco muy duro para un niño .....y de Fran sabiendo como niño que a su padre lo mata un toro ....querer ser torero ...es porque se lleva en la sangre ...y es un arte ...

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  3. Estuve presente en la tertulia, y si buenos fueron los momentos vividos allí, más agradable ha sido recordarlos leyendo este blog. De nuevo Manuel, enhorabuena.

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Hoy se torea en el Cielo por chicuelinas

Decían de él que toreaba como los ángeles y que sus muñecas eran de cristal por la suavidad con la que mecía el capote. Cuentan que ha entra...