domingo, 21 de febrero de 2021

La Sevilla de Gallito (y II)

 "Ya que no tuve valor para ser torero, he querido dedicar mi ciencia a remediar en lo posible, las consecuencias sangrientas que aquel valor lleva consigo". 


Con estas palabras del Dr. Leal Castaño finalizábamos la primera entrega de la Sevilla de Gallito.


Nació el Dr. Leal en el muy taurino pueblo de Espartinas el día 15 de julio de 1899, por lo que se puede afirmar que fue coetáneo de Gallito. 


Quiso ser torero, pero esa falta de valor que el mismo refería se lo impidió. No obstante siempre toreó muy bien.


El Dr. Leal Castaño vestido de luces en su juventud


Su innata bonhomía le hizo inclinarse por ayudar a los demás a través del ejercicio de la medicina  y su pasión por el toro lo llevó a terminar siendo el cirujano jefe de la Real Maestranza de Sevilla. 

La Facultad de Medicina de Sevilla es fundada en el año 1917 . Ese mismo año ingresa un joven  que procede de un pequeño pueblo del Aljarafe. Antonio Leal Castaño. 

Fue fundada la Facultad de Medicina por D. Federico Rubio y Galí. Las raíces de la Facultad están en la Escuela Libre de Medicina y Cirugía creada también por el Dr. Rubio en 1868 tras petición realizada a la Junta Revolucionaria Local que se había aupado al poder en la revolución de 1868. 

Fue la primera en España que contó con cátedras destinadas a las especialidades y a las disciplinas básicas como la histología. El Dr. Rubio se encargó en ella de la enseñanza de la clínica quirúrgica. 

Retrato del Dr, Federico Rubio Gali

El Dr. Rubio fundó posteriormente , en 1896,  la Real Escuela de Enfermeras de Santa Isabel de Hungría, que fue la primera escuela para enfermeras laicas de España, aunque los estudios de enfermería no se regularizaron oficialmente en España hasta 1915. 


Estaba ubicada la Escuela Libre de Medicina y Cirugía,  primero en la sede de la Universidad, pero bien pronto se trasladó a la actual calle Madre de Dios, en el antiguo convento de ese mismo nombre.

La calle paralela toma el nombre de D. Federico Rubio. Es la calle donde se ubica el Instituto Británico.  No es casual que la calle tome ese nombre por la cercanía a la Escuela y primitiva Facultad sino también porque en 1873 el Dr Federico Rubio fue nombrado Miembro de Honor del Royal College of Surgeons de Londres, concediéndole el título de "Príncipe de la Cirugía", Ese mismo año fue nombrado también Embajador en el Reino Unido. 


En realidad la fundación de la Facultad de Medicina de Sevilla en 1917 puede considerarse una refundación, pues la medicina venía enseñándose en Sevilla desde 1572 hasta 1857 fecha en que desaparece para ser trasladada la enseñanza a Cádiz. 


La impronta del Dr. Rubio quedó marcada en todos los profesores y catedráticos que reinauguraron la Escuela y posteriormente la Facultad.


En 1917 El Dr. Leal Castaño se incorpora al primer  curso de la nueva Facultad de Medicina. No fue fácil la carrera , pues siendo aún estudiante es llamado a filas para combatir en la Guerra de África siendo destinado al campamento de Hardu.


El desplazamiento a Marruecos no le hace perder ni el buen humor, ni su afición a los toros. 
Prueba de ello es la cónica que el diario "El Liberal " recoge en sus páginas y que , aunque sale fotografiada reproducimos pues es difícil de leer. 

Recorte de prensa donde se cita al Dr. Leal Castaño siendo todavía estudiante

Recorte de prensa donde se cita la Dr Leal Castaño siendo todavía estudiante


La crónica se titula "En el campamento de Hardu. Entusiasmo delirante. ¡ Llorando!

" Ya los soldados se han dado cuenta de nuestra llegada. Los centinelas de avanzada han corrido la noticia y hacia nosotros viene un grupo de soldados en plan "de guerra". Uno de ellos es portador de una bandera española, en la que se lee. " Viva el tercero de Zapadores". El hombre se cubre la cabeza con un LIBERAL colocado en forma de tiara, y en el frente lleva, hecho a pluma el escudo de Sevilla. ¡Graciosísimo! Se llama este simpático muchacho Antonio Leal Castaño y es estudiante de Medicina, cabo de Ingenieros. 

Le siguen otros soldados, que tocan guitarra, bandurria, perolas y uno que redobla sobre una caja de galletas con dos baquetas de fusil. El momento es de tremenda emoción. Los vivas a Sevilla los oiría el bandido de Abd-el-Krim.

Los señores Piñal, Magdalena, Bravo Ferrer y Cobos no cesan de dar vivas a España, al Rey, al Ejército, a Sevilla. Los fotógrafos no cesan de disparar.

Nosotros tomamos notas febrilmente. Juro que jamás he llorado con más ganas. Las lágrimas corren por mis mejillas y estoy orgulloso de llorar.

Se me abraza, llorando también el soldado de la Reina Antonio Rodríguez Algaba. ¡ Antoñito, nuestro mecánico!"

Imagen de los periodistas con los soldados en el frente. Se aprecia la guitarra, bandurria y al Dr Leal con bandera de España y brazalete de la Cruz Roja. 



Continúa así la crónica:

"Los que con el enemigo enfrente tienen humor para formar "la murga" más graciosa del mundo se llaman: Antonio Leal Castaño, director y poeta, autor de unas coplas que no publicamos porque casi todos los versos terminan con bombones, espoletas, haclajes, chirimollas, etc,etc. Rafael Ramírez Álvarez, el del tambor de la caja de galletas; el cabo Manuel Chacón Reina, guitarra; Jesús Muñoz Moreno, bandurria, y Ángel Fernández Zambruno que hace filigranas con los platos del rancho. No solo cantan , sino que bailan sevillanas y unos tangos, que acaban con el mal humor de cualquiera. ¡ Hay gracia pajolera!".

Por su condición de estudiante de Medicina es destinado a los servicios médicos donde presta innumerables asistencias a los heridos en la batalla incluso a algún herido del enemigo. 

Leal Castaño en el campamento de Hardu

El todavía estudiante Leal Castaño en el frente de África

 
Cerca del campamento pastaba ganado y en los escasos ratos libres la colonia de soldados sevillanos se entretenía lidiando las reses que por allí había. 

El Dr. Leal lideraba aquellas escapadas y no dudaba en enfrentarse a los animales desplegando la torería que siempre le acompañó en su vida. 

Toreando en Marruecos


Mientras en Sevilla se organizaban mesas petitorias para cubrir las  necesidades de los soldados del frente y se recogían mantas y otros enseres para ser enviados allí. 

En la foto de abajo podemos ver una mesa petitoria , presidida por la mujer del Capitán General y otras mujeres de militares de lata graduación que se instaló para recoger cigarrillos para los soldados del frente. 

Mesa petitoria para recolectar cigarrillos para los soldados del frente de África


Terminado su destino en África puede el joven espartinero reanudar sus estudios de Medicina en una Facultad con un profesorado de enorme prestigio. 

Leal Castaño sigue atento las explicaciones del catedrático en la Facultad de Medicina

El Dr. Leal, aún estudiante, diseccionando un cadáver en la Facultad de Medicina


La Facultad de Medicina cobra gran auge en aquellos años entre otras cosas por el gran impulso que le da su Decano entre 1917 y 1926, Don Enrique Tello, que también fue Rector de la Universidad de Sevilla y Presidente del Colegio de Médicos. Años más tarde su nieta Carmen sería la mujer de una de las más grandes figuras del toreo, Curro Romero. 

D. Enrique Tello, Decano de Medicina y Rector de la Universidad de Sevilla


En aquella época las promociones universitarias eran muy pequeñas e incluso las notas de los estudiantes salían publicadas en la prensa local. A modo de ejemplo la promoción de Derecho del año 1920 estaba compuesta por solo 18 estudiantes.

Promoción de Derecho de 1920. Destaca la indumentaria de los estudiantes, la ausencia del profesorado y la presencia de Jacinto el bedel, tradición que se mantuvo en Derecho hasta casi nuestros días. 






Notas de Medicina publicadas en prensa, como era tradición en la época

Un edificio que complementaba a la Facultad de Medicina era el Instituto de Higiene del Dr. Murga que se encontraba en la Calle Marqués de Paradas, donde actualmente se encuentra el Centro de Salud. 

Era un edificio con vocación de templo romano e inspirado en el Museo Británico. Fue construido entre 1905 y 1907 como residencia, clínica, laboratorio y dependencias científicas del doctor Murga. 

La nave central estaba dedicada a trabajos de laboratorio, bacteriología y gabinetes de consultas. En el pabellón de la izquierda estaba instalado el centro de electroterapia y en el pabellón de la derecha la sección de hidroterapia.

El jardín del edificio estaba flanqueado por grupos escultóricos, haciendo referencia a alegoría de los baños y la higiene. De manera incomprensible el edificio y las estatuas fueron destruidas en 1958 para construir un edifico absolutamente impersonal. 

El Dr Leopoldo Murga Machado fue el padre del famoso crítico taurino D. Manuel Murga de la Vega.
Escultura de la ducha en el Instituto de Higiene

Postal del Instituto de Higiene del Dr. Murga

Fotografía del Instituto de Higiene del Dr. Murga. 

 




La arquitectura regionalista tomó gran auge en Sevilla desde los inicios del siglo XX. El proyecto de realizar una gran Exposición Iberoamericana dio el impulso definitivo a esta tendencia arquitectónica. La figura de Anibal González impone un estilo en el que se encuentra el predominio del ladrillo en parámetros cuidadosamente aparejados y animados con azulejos, sin excluir la piedra, y cuya fisonomía dominante se mueve entre un claro mudejarismo y los cultismos procedentes de un pasado renacentista y barroco. 

A la figura de Anibal González se unen las de Juan Talavera, José Espiau y la saga de los hermanos Gomez-Millán (José , Antonio y Aurelio). Su hermana Ana fue la esposa de Anibal González. 

Sin duda cambia la fisonomía de la ciudad y se construyen o comienzan a construir edificios tan importantes como la Plaza de España , el Teatro Coliseo, todos los pabellones que hoy están en el Parque de María Luisa, el Hotel Alfonso XIII, el Casino de la Exposición y tantos otros edificios con los que podríamos llenar hojas enteras. 

Fruto del auge de la arquitectura regionalista en Sevilla se celebra en la ciudad el VII Congreso Nacional de Arquitectura en 1917, que reunió a los grandes escuelas regionalistas de España, entre la que destacaba sobremanera la escuela montañesa. 

Asistentes al VII Congreso Nacional de arquitectura en la foto de grupo en el Alcázar de Sevilla. 1917.


Uno de esos arquitectos regionalistas, José Espiau, junto al vasco Francisco Urcola Lazcanotegui fueron los que lideraron el levantamiento de la Plaza Monumental promovida por Gallito. 

A esa plaza acudía la afición atraída por los buenos carteles. Una de las aficionadas que de manera habitual asistía a los festejos era la joven Nicolasa Graciani Brazal que ataviada con mantilla solía acompañar a su padre. Siempre recordó con especial  cariño el día que la Reina Victoria Eugenia visitó la Plaza Monumental y lo cerca que pudo verla como se aprecia en la foto de abajo. Esa joven con el paso de los años terminaría siendo la esposa de aquel estudiante de Medicina que servía en el frente africano. 

 



Doña Nicolasa Graciani Brazal, abuela del autor del blog, acompañando a su padre en la Plaza Monumental para ver a Gallito. (Album familiar)

La Reina Victoria Eugenia a su llegada a la Plaza Monumental. Puede apreciarse la mantilla de Doña  Nicolasa Graciani y  a su padre destocado. (Album familiar). 



La misma foto desde otra perspectiva

La tradición de los caballeros  de acudir a los toros con sombrero y las damas ataviadas con mantilla casi se ha perdido en nuestros días aunque se mantuvo casi hasta los años 70 del siglo pasado, como se aprecia en las fotos de más abajo. Hoy día , salvo en el palco de los Maestrantes es difícil ver mujeres con mantilla. 

De izquierda a derecha, Loli Peinado (luego esposa del Dr. Murga Sierra, nieto del Dr. Murga Machado e hijo del crítico taurino Murga de la Vega), María Segura y Lolichi Leal Graciani, madre del autor del blog. 

La hija del Dr Leal, Lolichi Leal Graciani, en una barrera de la Maestranza luciendo mantilla de madroños


La feria de aquellos años se celebraba en el Prado de San Sebastián y se vivía fundamentalmente por la mañana. Como recogimos en la primera parte de la entrada dedicada a la Sevilla de Gallito la Pasarela jugaba un papel fundamental en aquella feria de inicios de siglo. 



Doña Nicolasa Graciani con familiares y amigas en el Real de la Feria en tiempos de Gallito 
Doña Nicolasa Graciani, en la Pasarela de la Feria


En la feria de las dos primeras décadas del siglo pasado las buñoleras tomaron un auge importante y nadie salía de la feria sin pasar por sus típicas casetas. 

Buñoleras en la feria de inicios de siglo



La plaza Monumental fue apoyada económicamente por un acauadalado empresario de Sevilla del sector de las aceitunas. D. José Julio Lissen. 

Lata de aceitunas de José J. Lissen. (Foto: Libro: Plaza de Toros  Monumental de Sevilla. La dignidad de un proyecto)



La industria de la aceituna fue cada vez más creciente en Sevilla. Desde el principio el personal laboral era prácticamente femenino, como ocurría en otras empresas como la Fábrica de Tabacos, la Maestranza de Artillería, la Pirotecnia, las fábricas de cerillas o las grandes fábricas de sombreros. 

En la industria de la aceituna las mujeres participaban en todas las fase de de su elaboración: lavado, deshuesado, clasificación y envasado. 

Aceituneras en pleno proceso de trabajo. 

Otro de los sectores que tuvo un fuerte desarrollo en Sevilla fue la fabricación de armamento. La Pirotecnia Militar de  Sevilla ocupó un lugar importante en la industria nacional. La sala dedicada a la fabricación de balas tuvo un protagonismo muy importante . El personal civil estaba formado casi exclusivamente por mujeres, así como en la sección de cartucherías de fusil (vainas) y la cartuchería de pistola. La maquinaria que se usaba había sido adquirida en Lieja en 1845. Sin duda aquellas eran unas mujeres de armas tomar. 

Mujeres en la sala de fabricación de balas de la Pirotecnia Militar de Sevilla


La industria sombrerera de Sevilla siempre fue importante. Ya en el siglo XVIII esta industria fue muy poderosa en Sevilla, Una industria centenaria que aún pervive es Fernández y Roche, que poseía las instalaciones adecuadas para todos los procesos de la piel y el fieltro: curtido, limpieza química, aglomerado, tratamiento técnico, planchado y confección. En la actualidad la fábrica sigue existiendo y se ha reinventado proporcionado sombreros a los judíos de Nueva York y a productores cinematográficos . 

Fábrica de sombreros de Fernández y Roche a principios del siglo pasado. 

Una de las industrias más desconocidas hoy día en Sevilla fue la fábrica de cerillos. A finales  del siglo XIX supuso una gran revolución en la ciudad la venta de los nuevos fósforos en el establecimiento que Doña Rosa Repeto tenía en la calle Génova (hoy Avenida de la Constitución) . 

Un empresario apellidado Ramirez abrió en Sevilla una industria de los llamados mixtos, por la composición química de los cerillos, que era una mezcla de fósforo, clorato de potasio, sulfuro de antimonio y goma arábiga.

La palabra mixto se perdió para ese uso y los niños de mi generación (años 60 y 70 del siglo pasado) la utilizábamos para denominar a las pistolas de mixto, en alusión a los pequeños cartuchos hechos con la misma composición de los cerillos que hacían una pequeña detonación al ser percutidas. 

¿O quien no ha escuchado la popular expresión "más pronto que un mixto"? , cuyo origen viene de la facilidad con que las cerillas (el mixto) prendía fuego. 

Con esa misma facilidad las mujeres trabajadoras de la fábrica de cerillos del Sr. Ramirez en la calle Mendigorria encendieron la mecha de las reivindicaciones laborales . Al no ser atendidas fueron a una huelga que fue duramente reprimida por las autoridades. 

Fábrica de cerillos del Sr. Ramirez en la calle Mendigorría

 Sin embargo en la época de Gallito también hubo mujeres adelantadas a su época. La aparición de las mujeres toreras en La Maestranza de Sevilla es un hecho reseñable que además coincide con el año de nacimiento de Gallito. La actuación de "las señoritas toreras", corrió a cargo de las tres espadas Dolores Pretel, encarnación Simó y Ängeles Pagés. El grupo se creó bajo el nombre de "Las Noyas" y fue organizado por el periodista Mariano Armengol y Castañe, mas conocido como Verduguillo.  

Mujeres toreras con sus respectivas cuadrillas también compuesta por mujeres

 

El teatro de variedades también fue muy polémico en los tiempos de Gallito. En especial en el Salón Imperial de la Calle Sierpes que provocó varios escándalos muy sonados. 

El primero de ellos lo protagonizó la vedette Carmen Fernández que venía actuando con mucho éxito y buen cartel en Madrid , Barcelona y el norte de España. Por ello el Club de Velocipedistas de Sevilla, del que luego sería socio Gallito, decidió contratarla para un espectáculo en el Salón Imperial. La "artista" tuvo un gran éxito de público masculino, quizás con cierta patología del gusto. El escándalo fue mayúsculo y tuvo que ser suspendido por la autoridad. 

La "vedette" Carmen Fernández



La censura de la época estaba relajada para permitir espectáculos,ligeros de ropa, aunque las sesiones de desnudo integral eran raras, si eran habituales la picardia y la procacidad de las letras de las canciones. En el Salón Imperial el coro denominado " las cocottes" provocó un escándalo mayúsculo que tuvo que ser suspendido por el Gobernador Civil. 

El coro de "las cocottes". Fototeca Hispalense

Las noches del Imperial eran conocidas en toda España. Llegaron a traer a Consuelo Bello, conocida como "la Fornarina", que cosechaba grandes éxitos en el Kursaal de Madrid, en Berlin y en París. 


Consuelo Bello, "La Fornarina". (Foto. Fotototeca Hispalense)



Pero el mayor escándalo de la época tuvo lugar el 6 de mayo de 1914 en el Salón Imperial la canzonetista "Zaza" bailo desnuda bajo un velo tal y como aparece en la fotografía


La canzonetista Zaza. (Foto: Fototeca Hispalense)



La industria del cine también hizo sus pinitos en Sevilla en la época de Gallito. En 1913 el escritor Blasco Ibáñez se desplaza a Sevilla para rodar los exteriores de la pelicula que toma el mismo nombre de su novela con tintes taurinos "Sangre y arena".

El rodaje de esa película hizo que Hollywood se fijase en Blasco Ibáñez y posteriormente lo fichará. Vendió el guión de "Los cuatro jinetes del Apocalipsis" por una cifra millonaria. En esa película debutó Rodolfo Valentino.  


Blasco Ibáñez rodando en los alrededores de Sevilla su película "Sangre y arena". 


Comenzaban a llegar los primeros vehículos de motor a Sevilla e incluso se llegaron a introducir en espectáculos cómicos en la Maestranza de Sevilla. 


El Sr. Graciani con abrigo y sombrero delante de coches de la época

Espectáculo comico en la Maestranza en tiempos de Gallito


El Instituto de Higiene prestó un servicio esencial pues en aquella época las condiciones de salubridad no eran las más adecuadas como quedó puesto de manifiesto en la primera entrega de la Sevilla de Gallito.

Las inundaciones eran muy frecuentes y las consecuencias para la salud se hacían notar. El año 1914 fue especialmente duro pues se produjeron graves inundaciones y una ola de frío invadió también la ciudad.

Inundaciones en Triana en 1914

Ayuda a los damnificados por las inundaciones

Gran nevada de 1914 en la Plaza del Triunfo

El Costurero de la Reina nevado en 1914

Un buey rescata una avioneta que se estrelló por la nevada en los cerros de Gelves, pueblo natal de Gallito


Estampas de la Sevilla de Gallito que nos traen evocaciones de una nostalgia no vivida.

¿Cómo se puede sentir nostalgia de lo no vivido? Es algo inexplicable pero que a todos nos embauca. No comparto la afirmación de José Luis de Villalonga de que la nostalgia es un error. 

Es cierto que no conviene anclarse en el pasado,  porque nadie puede afirmar que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Lo único que es una certeza es que cualquier tiempo pasado fue anterior. 










9 comentarios:

  1. Estupendo el recordar el aller con esas imagenes y Recuerdo me a gustado mucho

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  2. Querido Manolo, enhorabuena. Me ha encantado, sobre todo el recuerdo a la figura de tu abuelo D. Antonio y de su esposa. Magnifica descripción del el costumbrismo y la Sevilla industrial de principios del XX. Esperando la próxima. Un abrazo y felicitaciones.

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  3. Enhorabuena Manolo. Como siempre, tu publicacion llena de curiosidades muy interesantes. Gracias por seguir dándonos buenos ratos.

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  4. Magnífico y muy interesante, deseando que llegue el siguiente reportaje.

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  5. Magnífico y muy interesante, deseando que llegue el siguiente reportaje.

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  6. Cómo siempre una maravilla leer este blog. Interesantísimo. Genial.

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  7. Amparo Graciani García23 de febrero de 2021, 0:25

    Manolo, ha sido muy entretenido leerte y de paso ver a mi abuela Lucrecia en las fotos con tu abuela Nico (la tía Nico, para mi padre). Por cierto una hija de Enrique Tello se casó con uno de los Graciani (con Francisco Graciani Pérez). Francisco Graciani Pérez era hijo de Bernardo Graciani Varela (hermano mayor de Francisco Graciani Varela, el padre de tu abuela Nico, que sale en la Maestranza con tu abuela y la mía, que por cierto qué feíta estaba....). Conclusión: la hija de Tello se casó con un primo hermano de tu abuela. Por cierto, me encantaría poder escanear bien esas fotos por la época y porque mi abuela sale (la reconozco en varias). Alguna me encantaría poder publicarla en alguno de mis libros sobre la Exposición. A ver si quedamos un día y me llevo el escaner. Aquí te pongo en enlace del blog de Emilio Signes para que veas el parentesco. Enhorabuena http://www.emilito.org/family/trees/d_graziani_g_a_1754/b4630.html#P4630

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  8. Tremendamente enriquecedor Manolo, gracias por tu esfuerzo y por compartir con nosotros su fruto!!!!

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  9. Hola me ha gustado mucho este blog ademas me ha ayudado un poco a conocer los antepasados de mi abuelo. mi abuelo se llamaba Rafael Carmona Leal , el contaba que su tio era D. Antonio Leal Castaño y que su madre que era hermana de Don Antonio no tenia relacion con ellos por que dice que se caso con un hombre que la familia no lo aceptaba y desde entonces la relacion desaparecio . Cosas de la epoca, si sabes algo mas de la historia me gustaria mucho conocerla. Gracias de antemano.

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