miércoles, 28 de agosto de 2019

Gestas magallánicas entre El Puerto y Sanlúcar

El 15 de  agosto de 1916, tras la corrida de la Semana Grande de San Sebastián que lidió Joselito el Gallo, en una tertulia  varios personajes célebres hablaban de como se veían las corridas en las distintas plazas de España.

Unos defendían a Madrid como modelo, otros a Sevilla, algunos a Bilbao y un político del partido del Conde de Romanones, a la sazón  Presidente del Gobierno en aquella fecha y amante de San Sebastián, defendía la plaza de El Chofre como la de referencia. 

Intervino Joselito y sentencio con su lapidaria frase, nunca mejor dicho lo de lapidaria.



"Quien no ha visto toros en el Puerto, no sabe lo que es un día de toros".

Lápida conmemorativa de la frase de Joselito



Joselito invitó al citado político a presenciar la corrida que el 3 de septiembre de 1916 se iba a celebrar en El Puerto en un mano a mano con Juan Belmonte. El político acudió a la corrida y pudo vivir un día de toros en El Puerto.

Sin duda Joselito dijo esa frase porque el día 26 de marzo de ese mismo año en un mano a mano con Juan Belmonte en la Plaza del Puerto le había dado un baño importante.

Cartel anunciador del mano a mano entre Joselito y Belmonte en el Puerto de Santa María el 26 de marzo de 1916

Entrada de aquella corrida

Viñeta publicada en la prensa de la época


La expectación era máxima para esa corrida del 3 de septiembre porque alternaban las dos grandes figuras del momento, que arrastraban a un sinfín de seguidores que se dividían entre los de José y los de Juan.

Finalmente  Juan Belmonte no pudo actuar aquel día por haber resultado herido días antes y fue sustituido por Pacomio Peribañez, hecho que defraudo a la afición.

Cartel del 3 de septiembre de 1916, que resulto frustrado por estar Belmonte herido


En la misma fecha que lo hizo Joselito, el 15 de agosto, toreó Pablo Aguado en San Sebastián. Hubo bonitos titulares previos a esa corrida como el que decía

"Se anuncia la perla en La Concha".

Al igual que Joselito,  días después de torear en San Sebastián, Pablo se anunciaba en El Puerto. Pero tras la cogida en Gijón no pudo acudir al compromiso como le pasase a Juan Belmonte en su día.

La sustitución tampoco fue la esperada por los aficionados como en su día pasase con Pacomio Peribañez. En este caso era el local Daniel Crespo el elegido, un desconocido para la mayoría de la afición.

Muchos que solo iban a ver a Pablo Aguado devolvieron las entradas, como en su día hicieran muchos de los seguidores  de Juan Belmonte en la corrida de 1916.

En mi caso, aunque me tenía que desplazar desde Sevilla ni se me pasó por la cabeza la devolución, porque entre otras cosas mi hijo Mauricio que me acompañaba nunca había visto toros en el Puerto y porque además no renuncio nunca ni a una becerrada si se tercia.

Había quedado con Juan Salazar que a su vez venía con otras dos personas de la prestigiosa peña taurina "Los de José y Juan". 

Joselito el Gallo y Juan Belmonte, aquellos que no pudieron compartir cartel el día en que el primero de ellos invito al político de Romanones a comprobar lo que era una tarde de toros en El Puerto.

Juan me presento a sus dos acompañantes.  Primitivo Collantes de Alba y Rafael Muñoz López- Carmona.

A Primitivo le acompañaba su hermana Amparo. Como suele ocurrir en este tipo de presentaciones surge siempre el establecer algún tipo de vínculo de conocidos comunes, que nos llevó a concluir que Amparo había sido compañera de trabajo de mi padre, al que sobre la marcha llamamos por teléfono.

Fue mi padre quien desde pequeño me llevó a los primeros festejos taurinos, el que con sus comentarios me enseño a ver los toros,  a quien debo agradecer mi afición taurina y con quien todavía comento lo más destacado de lo que vamos viendo.

Ni que decir tiene que el agradecimiento lo hago extensivo al resto de facetas de la vida en las que tanto me ha enseñado predicando con su ejemplo, como quedó patente en el cariñoso recuerdo que de él tenía una persona que compartió etapa profesional con él. Honor a quién honor merece como dicen los taurinos.

el autor del blog con su padre en la Real Maestranza de Sevilla. Años 70


El Puerto viene celebrando corridas de toros desde el siglo XVIII. En aquella época se celebraban en la Plaza de Galeras, que se habilitaba al efecto.

En 1768 se comienzan a celebrar corridas en un coso de madera en el ejido de San Francisco. Allí en 1771 se produce la primera muerte de un torero por cornada de un toro.

Fue la de José Cándido Expósito. El toro se llamaba "Coriano", curiosamente como uno de los picadores del diestro fallecido.




La Plaza se denomina Plaza Real de El Puerto de Santa María. Aunque desde su construcción se designó el palco que se encuentra arriba del palco presidencial como el destinado a la Familia Real, no se pudo inaugurar el mismo con presencia regia hasta el 2 de agosto de 1998.

Me preguntaba mi hijo que porque habiendo otras plazas con palco real solo se denomina así a la del Puerto.

No es hasta el año 1958 cuando comienza a denominarse de esta manera a raíz de unos versos publicados por el poeta Aquilino Duque


Plaza de Toros de El Puerto
me viera yo en tus carteles
una tarde marinera
haciendo con tus banderas
señas a mis timoneles
lejos de los redondeles.

No se que sangre te espera
ni que torillo abanto
te acribillara a cornada
Plaza Real y Coronada
de Crismona y Lepanto.

Realmente es especial ver toros en el Puerto. Desde que estas en los alrededores de la Plaza todo es diferente.

El autor del blog junto a su hijo Mauricio en el exterior de la Plaza




Y una vez dentro te vuelve a impresionar el señorío de la Plaza. El toque de despeje de plaza que realizan los clarineros es distinto a todos los que se puedan escuchar. Solo el porte del clarinero, vestido con un uniforme similar al de gala del Capitán General de la Armada subido en una escalerilla situada tras la presidencia ya merece por si solo la pena.

Clarinero en el Puerto de Santa María

"Clarines del Puerto...
¡ La sal de mi tierra!
¡ Vaya simpatía
de Plaza bonita!
Un ascua de oro
Y como un sonoro
resumen cimero que todo lo entraña,
emoción, tragedia, arte y alegría
suenan los clarines mejores de España"

Augusto Haupold. Toros en El Puerto. 1947.

Tras el toque de despeje de plaza , llama la atención la salida al ruedo de los alguacilillos. Para el autor del blog los más elegantes de todas las plazas de España.

Alguacilillos del Puerto


Cuando se inica el paseíllo y comienza a sonar la banda de múisca del maestro Dueñas comienzas a entender mejor la frase lapidaria de Joselito.

Momento ceremonial del Paseillo

El autor del blog con su hijo momentos antes de iniciarse la corrida


En la corrida se anunciaban El Juli, José María Manzanares y Daniel Crespo que sustituía a Pablo Aguado.

El Juli tuvo un bello oponente en su primer toro. Un ejemplar colorado, melocotón, chorreado y calcetero  de bella e inusual estampa. No pudo brillar ni fue capaz de transmitir a los tendidos.
En el segundo  de su lote estuvo aseado, pero en ambos falló donde no suele. Con el acero.

El Juli en el primero de su lote


En el lote de José María Manzanares cabe destacar los pares de banderillas de Blázquez y Duarte, unos derechazos con mucho gusto en el segundo de la tarde y una buena faena en el quinto que tuvo momentos cumbres muy acompasados con el pasodoble " La Concha flamenca" inspirado en la ciudad donostiarra donde Joselito pronuncio la frase que pasó a la historia.

El  solo de trompeta arrancó  los oles del publico a la par que la embestida del toro. Unas manoletinas de ensueño culminaron la faena que no pudo rematar con el estoque

José María Manzanares en un momento de su actuación


Antes de la actuación del diestro local Daniel Crespo el publico mostró su apoyo incondicional al torero y se arrancó con palmas por bulerías. Hijo de uno de los taquilleros de la plaza siempre ha estado muy vinculado a la misma y el público le mostro su cariño

Un recibo capotero por la inusual suerte de tijerillas captó la atención del público. Ante un manso toro realizó una faena donde dejo ver elegancia, buen gusto y temple. Mató de un excelente volapié que le hizo merecedor de una oreja.

Daniel Crespo en un bonito derechazo

Natural de Daniel Crespo


En el sexto volvió a recibir el apoyo del público y a pesar del fuerte viento de levante dejo una faena muy completa.

Se le vio seguro y relajado.  Unos cites de frente con la muleta plegada dejaron un sabor añejo a la faena que culmino con una estocada. Todo ello le hizo merecedor de otra oreja que le abría la Puerta Grande de su plaza.

Bella estampa del toreo por bajo de Daniel Crespo

Daniel Crespo a hombros camino de la Puerta Grande de la Plaza Real
Fuimos a ver a pablo Aguado y nos encontramos con otro joven valor del toreo que a poco que le den oportunidades tiene mucho que decir.

El Puerto tiene un torero en Daniel Crespo.

La vuelta a Sevilla con mi hijo se hizo amena comentando las impresiones de ver toros en el Puerto donde tantos hechos singulares se han producido.

Citaré a modo de ejemplo que un toro de la ganadería de López Cordero fue indultado en julio de 1868 tras el tercio de varas al tomar 30 puyazos y matar a 18 caballos.

O que fue la plaza donde por primera vez en agosto de 1956 se instauró la figura del testigo en las alternativas. Hasta entonces solo se estilaba la figura del padrino. Pero en la alternativa del jerezano Juan Antonio Romero de manos de El Litri, el maestro Antonio Ordoñez decidió no quedarse como el tercero en discordia y se puso al lado de ambos. Ese gesto se repitió  con los mismos protagonistas esa temporada en las alternativas de Jaime Ostos, Tirado y Chamaco convirtiéndose en la tradición que hoy podemos ver.

O que en ella se ha producido la ceremonia de alternativa más larga que se recuerda cuando Rafael Gómez Ortega "El Gallo" concede la alternativa a Gitanillo de Triana en 1927 y están hablando durante casi diez minutos. Preguntado el "Divino Calvo" sobre que fue lo que le dijo a Gitanillo de Triana la respuesta fue que estaban cerrando un trato sobre la compra de unos gallos de pelea.

Ceremonia de alternativa de Gitanillo de Triana con Rafael Gómez Ortega "El Gallo". 


Y es que , quien no ha visto toros en El Puerto....



El 10 de agosto de 1519 partían del Muelle de las Mulas en Sevilla hacia Sanlúcar de Barrameda cinco naves que estaban llamadas a realizar una gesta histórica.

Curiosamente el capitán de la expedición , Fernando de Magallanes, se quedaría en Sevilla ultimando unos trámites.

Sería desde Sanlúcar de Barrameda  donde el 20 de septiembre de ese mismo año partiera Magallanes para iniciar el viaje que culminaría con la primera circunnavegación al mundo.

Desde allí partieron cinco naves y 240 hombres. Tras dar la vuelta al mundo solo regresó una nave con 18 personas el 6 de septiembre  de 1522.

Magallanes murió antes de poder regresar y fue Juan Sebastián Elcano el que se quedó al mando y regresó junto a otros 17 tripulantes.





Azulejo conmemorativo que pudimos ver en Sanlúcar de Barrameda


Con gran acierto en Sanlúcar se organizó la denominada corrida Magallánica para conmemorar el V Centenario de este hecho histórico.

Una corrida atractiva y singular que suponía el debut de los toros de Victorino en el Coso de El Pino para ser lidiados por Octavio Chacón, Emilio de Justo y Pepe Moral.

Previamente a la corrida había quedado de nuevo  con Juan Salazar para comer en Bajo Guía.

A la comida se unieron Primitivo Collantes y Rafael Muñoz. Con todos ellos había estado el día anterior en el Puerto y sabía que la comida sería amena.

El sitio elegido fue Joselito Huerta. En 1955 Pepa Reguero y José Gómez Arana se trasladan desde Jerez a Sanlúcar para abrir una pequeña  y humilde tasca, donde solían ir los marineros  después de las largas jornadas en la mar para  tomar sus copas de manzanilla. Poco después introdujeron algunas tapas.

En principio la tasca no tenía ni nombre. Por aquella época un torero mexicano comenzaba a tener éxito y a ser conocido, por lo que los marineros empezaron a hacer comparaciones del éxito del torero con el de José y su tasca. Y el pueblo le atribuyó el nombre de Joselito Huerta. Hoy día es regentado por los hijos de José Gómez Arana.

Uno de ellos me enseñó la foto que preside el local y que el diestro Joselito Huerta dedicó a su padre en una de sus visitas a Sanlúcar , pues a sus oídos había llegado esta historia.

El actual propietario,  que en aquella ocasión tenía solo 9 años , recuerda la visita con cariño y admiración.

Foto dedicada por Joselito Huerta a los dueños del local que lleva su nombre


Joselito Huerta fue uno de los toreros mexicanos que más veces toreó en Las Ventas. Tomo la alternativa en Sevilla en el año 1956 de manos de Antonio Bienvenida. Ese año toreó cuatro corridas  en la Feria de Sevilla.

Cartel que un cliente del establecimiento regalo a José Gómez en el que se ve anunciado a Joselito Huerta cuatro tardes en la Maestranza

Toreó la Goyesca de Ronda en 1957 junto a Antonio Ordoñez y Rafael Ortega.


En 1966 se produce su faena más recordada. Fue al toro "Espartaco" hijo de "Gladiador" de la ganadería de Mario Moreno "Cantinflas" que debutaba como ganadero ese día en la Plaza mexicana de El Toreo de Cuatro Caminos.

Hizo una faena colosal ante un toro bravísimo. Tanto él como el ganadero salieron a hombros de la plaza aquel día, en el que Antonio Ordoñez regaló su traje de torear a "Cantinflas" como recuerdo de la ocasión como atestigua la dedicatoria que figura en el interior de la chaquetilla.

La plaza de la ciudad de Puebla de Zaragoza lleva el nombre de Joselito Huerta.

En España fue apoderado por Alberto Alonso Belmonte. El escritor Antonio Burgos y su padre eran grandes admiradores de Joselito Huerta y el primero lo recuerda como un "hombre alto y cetrino , que vino a conquistar  a los conquistadores. Y a fe que lo hizo. Su legado aún perdura en la tierra de donde partieron alguno de ellos.

Contaba Antonio Burgos en un artículo de hace unos años que un día fue con su padre a visitar a Joselito Huerta en la clínica Virgen de los Reyes, donde el Dr. Leal Castaño lo atendía de una cornada que había sufrido y que "cuando su padre dijo la habitual frase con la que se lamentan las cornadas , como un príncipe azteca, sin darle la menor importancia, sentenció con su acento manito:

- Pues ya ve usted, maestro. el que anda con el aceite se mancha con el aceite, y al que anda con el jabón se le cae el jabón"


El Dr. Leal Castaño en la Clínica Virgen de los Reyes con un torero. No he podido contrastar que se trate de Joselito Huerta, pero es muy probable


Joselito Huerta toreo en Sanlúcar junto a Limeño y Luis Parra el Jerezano, cartel que esta colgado en el restaurante


Cartel del día que Joselito Huerta toreo en Sanlucar



Se despidió de los ruedos en 1973 y prometió que nunca más volvería a vestirse de luces. Como buen hombre de palabra la cumplió a pesar de que en los años 80 le llegaron a ofrecer 3 millones de dólares por volver a torear.

Foto de la despedida de Joselito Huerta que fue llevada por un cliente al restaurante


En la terraza de Joselito Huerta , observando la desembocadura del Guadalquivir se nos pasó el tiempo hablando de los toreros mexicanos que vinieron a España, de los buenos toreros que ha tenido Sanlúcar , de las faenas de unos y otros , del toreo actual , del antiguo, de como se ven los toros en las distintas plazas y de lo divino y lo humano.

Los tres miembros de "Los de José y Juan" también me explicaron que la peña tiene un número de Socios limitado a 50 personas con socios de tanto prestigio y renombre en el mundo taurino como varios miembros de la familia Bollaín, Andrés Amorós Guardiola, el propio Victorino Martin que lidiaba esa tarde o Juan Manuel Albendea Pabón, entre otros.

Este último es el padre de un actual compañero de trabajo y a la vez compañero de trabajo de mi padre y de Carmen Collantes

Rafael Muñoz, Juan Salazar y Primitivo Collantes de la peña taurina " Los de José y Juan"


.

Estando en el sitio en el que estaba y habiendo salido a la palestra de nuevo esas relaciones que nos demuestran que el mundo,  además de redondo como comprobaron Elcano y Magallanes , es muy pequeño,  no podía dejar de acordarme de una gran amante de Sanlúcar, asiduo a Joselito Huerta y además compañero  también de mi padre, de Amparo Collantes y de Juan Manuel Albendea.
Me refiero a Goyo Solanes (qepd). Sanlúcar era su refugio donde disfrutaba de la vida de la manera que le gustaba y a buen seguro hubiera asistido a esta histórica corrida para poner su toque de alegría y humor.

Curiosamente tras el paso de los años el destino también quiso que en mi actual desempeño profesional, que nada tiene que ver con el de todos los citados,  recibiera de Goyo consejos  que me ayudaron a comprender mejor la idiosincrasia  profesional en la que me debía desenvolver.

Daría para escribir varias entradas en el blog la conversación durante la comida y la sobremesa pues
la sapiencia taurina de las tres personas con las que compartí mesa es enciclopédica.

Como el fin de semana estaba lleno de encuentros personales con pasados profesionales conjuntos al final de la sobremesa se incorporó a la mesa mi buen amigo y excelente aficionado Borja Galera, al que tengo especial aprecio porque fue mi primer maestro profesional cuando llegué a Madrid siendo un joven barbilampiño y tuve la suerte de compartir con el , el mismo habitáculo de trabajo diario.    A pesar de nuestra poca diferencia de edad en los inicios profesionales unos cuantos años de práctica siempre marcan una diferencia importante frente al neófito.

Siempre se portó muy bien conmigo y con el paso de los años sigo agradecido a tan fabulosa acogida y tan noble ayuda que siempre me prestó.

Con mi buen amigo Borja Galera


Desde Bajo Guía fuimos andando con tranquilidad y enfrascados en taurinas conversaciones al coso  de El Pino,  así llamado porque en su momento había un ejemplar de esta conífera de descomunal tamaño que incluso servía de guía a los marineros para entrar en Sanlúcar.

Plaza inaugurada en 1900. Un bombón de plaza con gran solera y una magnifica afición. 

La plaza lucía engalanada con una alfombra de 20.000 kilos de sal con motivos alusivos a la ocasión.

El globo terráqueo, las coordenadas que siguieron los marineros, las cinco carabelas que partieron, motivos de Sanlúcar como la vid, los logos de la celebración y el escudo de la ciudad. Un bonito coso.

Vista de la plaza antes de comenzar la corrida
Los diestros con trajes de época realizados  por Justo Algaba se preparan para la ocasión.

Octavio Chacón, Emilio de Justo y Pepe Moral




Una alguacililla abre el paseíllo en un bello caballo jerezano. Da gusto ver los caballos de las plazas de Sanlúcar y el Puerto.

Alguacililla vestida de época abriendo el paseíllo


Vista de la Plaza durante el paseíllo
Tras guardar un minuto de silencio por Chiquitina, personal de chiqueros de la plaza, rompe a sonar la banda con el Himno Nacional que el público aplaude con respeto y honor.

Me llama la atención en ese momento que entre los diestros, los banderilleros y los picadores son 18 los actuantes directos frente al toro. El mismo número que las personas que lograron volver a Sanlúcar de aquella primera vuelta al mundo.

El espectáculo visual , quizás por inusual, es llamativo. Se hace extraño ver una corrida con ese ruedo y esos trajes, pero la ocasión lo merecía.

Se cuidaron todos los detalles e incluso las banderillas y las divisas eran especiales

Banderillas y divisas preparadas para el festejo


Octavio Chacón recibió a su primer toro con mucho temple. Un quite por chicuelinas, rematado con una media belmontina hizo ver las ganas con las que venía. En la muleta  varias series de derechazos y naturales metieron al público en la faena.

El diestro estaba a gusto y confiado. En un momento de relajación le perdió la cara al toro que aprovechó para darle un feo revolcón, que nos hizo recordar que por un despiste murió en esta plaza Faustino Posada cuando le perdió la cara a un novillo de Miura de nombre "Agujeto" en el año 1907.

Faustino Posada pierde la cara al novillo de Miura antes de recibir la mortal cogida en la plaza de Sanlúcar


Chacón se repuso rápido y con una gran estocada culmina la faena que resulta premiada con dos orejas.

En el segundo de su lote lo lleva al caballo con galleos y hace un precioso quite por delantales. El toro es una alimaña que busca permanentemente los tobillos del torero, pero Octavio Chacón se termina imponiendo a la res con una importantísima faena llena de oficio, valentía y gallardía. Mata bien y se le conceden otras dos orejas.

Chacón tras perder la cara del toro

Bonito momento de la faena de Chacón


Emilio de Justo tuvo el lote más complicado de la corrida. Los toros impidieron verlo con el capote. De Justo hace dos faenas valientes que culmina con sendas buenas estocadas. Corta una merecida oreja en cada toro.

Derechazo de Emilio de Justo

De Justo en otro momento de la faena


Pepe Moral se presentaba en esta plaza. En el tercero de la tarde poco pudo hacer. Pero salió "Milhijos" y Pepe lo vio desde el principio.

Cartel anunciador de la salida de "Milhijos"


Salida a la plaza de "Milhijos"


De manera elegante lo llevó al caballo. el toro toma dos puyazos serios y arremete con fijeza por debajo del estribo. Comienza a verse la nobleza y bravura del toro.

Nada más comenzar la faena de muleta se intuye que veremos algo grande.

Moral lo cita de lejos , el toro se arranca al galope y le da un escalofriante pase cambiado por la espalda que pone a la plaza en pie aplaudiendo a toro y torero.

El toro repite la embestida y lo hace con la cara baja, el hocico pegado a la alfombra de sal. De manera espontanea comento a Primitivo Collantes que Moral tiene toro para hartarse de torearlo. Y así lo hace.

Moral saca toda la torería que lleva dentro y que por motivos para mi desconocidos no había sido capaz de expresar en esta temporada. Derechazos de cartel, naturales eternos, trincherillas de ensueño. adornos sensacionales. La faena soñada.









La noche ya había caído en Sanlúcar y la tenue iluminación de la plaza nos lleva a una estampa singular.

Como también me dijo Primitivo Collantes parecía que estaba toreando entre los pinos a la luz de la luna, como tantos maletillas hicieron en sus sueños por ser torero.

Pepe Moral podría haber estado toreando a "Milhijos" toda la noche y llevarlo entre los pinos hasta Bajo Guía.

E incluso hasta "Las Tiesas" si hubiera querido, donde el ganadero ya lo tiene para que comience a padrear y haga honor a su premonitorio nombre. 

Algo parecido a lo que hizo Pepe Moral debió de hacer Joselito Huerta con el toro de Cantinflas para que en ambas ocasiones toreros y ganaderos salieran a hombros por la Puerta Grande y con "Milhijos" y "Espartaco" indultados y devueltos al campo.

Apoteosis magallánica donde los tres diestros, el ganadero y el empresario salieron a hombros entre la satisfacción generalizada del público al igual que triunfantes entraron los 18 que volvieron a Sanlúcar de la gesta de Magallanes y Elcano y a los que tampoco su pueblo olvida.

Placa en recuerdo a los 18 que volvieron de dar la vuelta al mundo



Al rememorar las dos tardes de toros, la belleza de la Plaza del Puerto y la gesta magallánica me rondan unos versos en la cabeza que resumen lo vivido


La luna viene conmigo
cruzando el Guadalquivir
me va contando sus penas
y sus ganas de vivir.

Un pensamiento latente
que he querido compartir
caminito de mi puente
caminito de rugir.

Con las palmas a compas
os lo voy a relatar

Hoy la brisa me golpea
con su flama estival
y al oído me sisea
que nada ha de ser real...




3 comentarios:

  1. ¡¡¡ESPECTACULAR CRÓNICA MANOLO!!!. Mi más sincera enhorabuena y mil gracias por ilustrarnos. Ávido por leer la próxima.

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  2. Curiosa por diferente la corrida con trajes de epoca ...muy bonita y la plaza de Toros y entrañable para mi la foto con nuestro padre en los toros ..aunque a mi siempre me gustaba más ir a ver como yo digo los "de mentira"...de humor....los bomberos toreros .....y soy más de ir a capeas y la convivencia con amigos ..El arte del toreo hay que vivirlo y sentirlo ....Y las plazas grandes ....para los entendidos...yo creo que como en mi profesion ...medico de familia ...que se de todo un poco pero no sé mucho de nada ....asi me pasa con los toros,el fútbol,la semana santa ....sé un poco ...pero no sé mucho ...pero me gustan las tradiciones y que no se pierdan y se las he transmitido a mis hijos ....De hecho estando en la playa por influencia del abuelo que veia las corridas de Bilbao por television mi hijo Miguel con solo 2 años quería ser torero ...y le pedia al abuelo "cuentos" de torero y el abuelo le traia de Sevilla revistas taurinas ...Le daba hasta de comer a sus toros de peluche ...Perdió la afición al ver la cogida de Padilla donde perdió el ojo ....Ahora su Sevilla fc es su pasión ...

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  3. Manuel, impresionante relato, me ha ilusionado leerlo además de distraerme en una noche amarga de insomnio. De nuevo gracias.

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Hoy se torea en el Cielo por chicuelinas

Decían de él que toreaba como los ángeles y que sus muñecas eran de cristal por la suavidad con la que mecía el capote. Cuentan que ha entra...